No somos racistas, ¡qué va!

Iñaki Williams, en una imagen de esta temporada

Iñaki Williams, en una imagen de esta temporada / EFE

Guillem Balagué

Guillem Balagué

Qué lejos está todo lo que está ocurriendo en los Estados Unidos, ¿verdad? Eso es algo que pasa allá. Quizá porque en el Reino Unido hay más jugadores negros, éstos se han hecho oír un poco más en sus redes sociales, en sus protestas, o como en el caso de Tyrone Mings del Aston Villa, saltándose las reglas del confinamiento para acudir a una manifestación en Birmingham contra la violencia policial. Incluso Sky Sports se ha comprometido a incluir más programas sobre deportistas negros y fichar más presentadores/as negros/as.

En Inglaterra cuesta mucho estar callado, porque esos futbolistas saben, sienten, conocen la opresión que afecta su transcurrir diario, o el de sus familiares, o el de sus amigos. Han vivido de cerca o bien el racismo pasivo, el del lenguaje por ejemplo, o bien el activo, ese que aflora cada vez más, cada vez menos dispuestos como estamos a respetar al otro. Aquí en España no hay racismo. Digo yo que debe ser eso, porque casi nadie ha utilizado sus redes para denunciar el trato miserable y visible que están recibiendo sistemáticamente otros seres humanos. No, aquí no hay racismo. Aunque no haya casi ningún árbitro negro, aunque no existan directivos o prácticamente ningún futbolista gitano.

Racismo es discriminación, así que podemos ampliar la gama. No la hay en España, pese a que no haya ni un solo jugador reconocidamente homosexual. Y sale Borja Iglesias protestando con las uñas pintadas de negro y por las redes sociales se le tacha de maricón. Se oye en los estadios “ese negro de mierda” cuando alguno comete un error, o “todos los gitanos son vagos” y se quedan tan anchos. Y así podríamos seguir hasta el infinito. No, aquí no hay racismo. Me contaron hace poco que para calentar a Roberto Carlos, jugadores rivales le llamaban negro. Bueno, eso era otra época. Eso ya no se da. Y de repente desde la grada del estadio del Espanyol se hace el sonido del mono dirigido a Iñaki Williams.

Por cierto, cuando pasan cosas así, ¿por qué no salen más jugadores blancos ahora que sus plataformas les permite ser un medio de comunicación? Le oí a una profesora de universidad contar lo siguiente a su clase, mayormente blanca: que se levante al que le gustaría que le trataran como esta sociedad trata a las personas negras. No se levantó nadie. Repitió la petición, por si no la habían entendido. Todos sentados. Ah, dijo. O sea que ustedes saben lo que está pasando y no quieren ese tratamiento. Y entonces, ¿por qué permiten que se trate así a otros?