Neymar queda retratado en Rusia como un jugador de 'show business'

Guardado respondió a Neymar

Guardado respondió a Neymar / Instagram

J.Mª Casanovas

J.Mª Casanovas

Cada día tenemos mas claro que Neymar, por encima de todo, es un producto de marketing. Se aleja del concepto de futbolista tradicional para convertirse en una estrella del ‘show business’. Comenzó siendo una gran promesa, se convirtió en un jugador de talento y ahora está en el camino de convertirse en el nuevo Beckham, guapo, rico y famoso. Es mas conocido por sus extravagancias fuera del campo que por los títulos que suma su palmarés. Vive mas pendiente de los focos y las cámaras que de los entrenamientos. Le gusta mas la noche que el día, está más cerca de Ronaldinho que de Messi.

Neymar tiene motivos para estar decepcionado. Sus sueños no se cumplen, sus metas parecen inalcanzables. El campeonato de Rusia ha sido una frustración para él. Ha perdido se segundo Mundial, ha perdido el cariño de los aficionados brasileños, ha perdido el Balón de Oro que tenía asegurado si ganaba el título tras caer eliminados Messi y Cristiano. La cita en la que parecía predestinado a su consagración, ha sido un calvario de desgracias. Más comedia que goles, más caídas que éxitos. Hasta le han llegado a cronometrar el tiempo que se ha pasado tendido en el césped exagerando entradas y dolores. El brasileño se cree mas de lo que es por culpa de una banda de vividores/aduladores que vive a su costa.

Tenemos la sensación de que el Neymar del Barça costará volver a verlo. Allí se miraba en el espejo de Messi controlando su soberbia y vanidad. En Paris se creyó el rey del mundo y fracaso en la Champions. En Rusia se veía campeón mundial y ha cosechado un fracaso sonoro. Fue incapaz de liderar a Brasil para remontar el partidazo de Bélgica. No consiguió marcar ningún gol por mucho que lo intentó. No fue capaz de echarse la selección a la espalda y resolver el solito como había hecho antes Mbappe con Francia. A nivel de resultados deportivos, 2018 esta resultando un pésimo año. No ha justificado por ningún lado los 222 millones que pagó el PSG, tampoco ha sido la estrella que necesitaba Brasil para recuperar una Copa del Mundo en la que ya no son protagonisats. En este sentido, la eliminación en cuartos de final ha sido como perder de golpe cuatro años, un fracaso personal incuestionable.

Veremos qué pasa a partir de ahora con Neymar. Suponemos que no le hace mucha ilusión volver a jugar la Liga francesa, un campeonato de segundo nivel. Tampoco será fácil que los catarís lo dejen marchar de Paris si no es por un traspaso superior a lo pagado hace un año. En esta línea, Florentino Pérez no tiene muchos argumentos para hacer una oferta de locos a la vista del fiasco de la estrella brasileña en Rusia. Máxime cuando también es evidente que fichar al Neymar significa meter un montón de problemas en el vestuario por su carácter ególatra y vanidoso. Si en algo se parecen Neymar y Cristiano Ronaldo es en el carácter, el brasileño es una mala copia del portugués. Por dicho motivo, parece que ahora el presidente blanco prefiere la juventud de Mbappe que el glamour de Neymar. Cuando inviertes muchos millones en un crack, el entorno familiar, la cualidad humana y la humildad cuentan tanto como la clase o la técnica. No nos engañemos, Neymar queda retratado en Rusia como un jugador de ‘show business’ por lo que da un paso atrás en su carrera deportiva.