Neymar: ¡Enséñame la pasta!

Tom Cruise y Cuba Gooding Jr. protagonizan una de las escenas más delirantes de la historia del cine deportivo en el film 'Jerry Maguire'. Es aquella en la que Rod Tiwell, jugador de fútbol americano, le exige a su representante, Jerry Maguire, que le grite por teléfono "¡Enséñame la pasta!" para no despedirle.

Es la mejor ejemplificación de lo que significa el deporte profesional hoy en día: el dinero por encima de todo. Justo lo mismo que ha pensado Neymar y su papá-representante. Han aceptado la oferta del PSG porque representa muchísima más pasta para ambos. Estamos en un mundo de mercenarios en el que los sentimientos y los valores importan más bien poco. O nada.

Neymar ya vino al Barça por dinero. Por los 40 millones de prima de traspaso que le pagó Rosell a su papá. Una operación que ha puesto al club blaugrana entre la espada y la pared, siendo incluso juzgado y condenado (Bartomeu aceptó la condena y pagó la multa de 5,5 millones de euros) por un doble fraude fiscal. 

Neymar y su padre han devuelto el 'favor' al Barça pagándole con una traición: se van al PSG por otros 50 millones de euros de prima para el papá y 30 millones netos por temporada para el hijo. ¿Qué gana el club blaugrana? Los 222 millones que debe abonar el club francés por la cláusula de rescisión del delantero brasileño...

El Barça también ganará en tranqulidad. Como decía Cruyff, un jugador que no es feliz en el Barça es mejor que se vaya. Y si Neymar prefiere el dinero al proyecto deportivo, no nos sirve. Aquí, el único intocable es Messi. Y el futuro del club blaugrana ya no pasa por el brasileño. Hay que buscarle un sustituto inmediatamente: Griezmann, Mbappé o Dembélé. 

Adiós Neymar. Hasta nunca. Pero antes de irte, ¡enséñanos la pasta!.