Neymar y el efecto dominó

Neymar y su padre

Neymar y su padre / sport

Lluís Mascaró

Lluís Mascaró

El Barça está paralizado a la espera de que se haga oficial la ‘fuga’ de Neymar. Cuando el PSG pague los 222 millones de euros de la cláusula de rescisión del futbolista brasileño, empezará el efecto dominó. El club blaugrana dispondrá de una inmensa suma de dinero, jamás vista hasta ahora, para reforzar al equipo según las necesidades de Valverde. Albert Soler y Robert Fernández serán los encargados de gestionar esa fortuna. Y lo harán sin prisa y con mucho tino. Porque no pueden equivocarse. Especialmente en un mercado que se va a volver loco como consecuencia del movimiento de Neymar. Una vez fichado Semedo y atado Coutinho, el Barça debe buscar al sustituto del brasileño entre los mejores delanteros del mundo. Sin margen de error. Un crack que llegue al aeropuerto y empiece a marcar goles. Con un rendimiento inmediato de verdad. Y el jugador que encaja a la perfección en ese perfil es Griezmann: conoce la Liga, su adaptación sería rápida y se asociaría sin problemas con Messi y Luis Suárez. 

El fichaje de Griezmann no será nada fácil. El francés está blindado por el Atlético con una cláusula de 200 millones, pero el Barça espera poder negociar una rebaja porque está claro que el delantero galo, aunque es extraordinario, no vale eso. Bueno, tampoco vale Neymar 222 y el PSG está dispuesto a pagarlos. Es el otro efecto dominó del mercado: la inflación que se puede generar en el precio de los delanteros por culpa del disparate del jeque Al-Khelaïfi. Al Barça le pedirán cantidades astronómicas por cualquier futbolista. Los clubs vendedores saben que los blaugranas tienen mucho dinero para pagar lo que pidan. Por eso, Albert Soler y Robert Fernández no deben caer en la tentación de fichar deprisa y corriendo al sustituto de Neymar. Prudencia y buen ojo. Es lo que les pedimos…