Neymar y la contundencia

Neymar colgó un mensaje en las redes sociales

Neymar colgó un mensaje en las redes sociales / Instagram

Jordi Costa

Jordi Costa

A tenor de lo expuesto por el presidente del PSG en ‘France Football’Neymar ha logrado lo que parecía imposible: que el nuevo rico parisino se harte de él menos de dos años después de convertirle en el fichaje más caro de la historia. Y que un club que se ha resistido con uñas y dientes a desprenderse de Thiago Silva, Verratti o ahora de Mbappé ponga una pieza en el mercado de manera tan descarada, debería dar qué pensar a los hipotéticos interesados mucho más que atraerles. 

Hoy, Neymar necesita mucho más al Barça para relanzar su carrera de lo que el Barça necesita a Neymar, a pesar de que sus sustitutos hayan salido, por ahora, rana. Y desde las oficinas blaugranas afirman que debería darse una conjunción astral inimaginable para que el brasileño retorne al Camp Nou. Pero llama la atención que el club se maneje con cierta ambigüedad en vez de descartar de plano la recompra. La posición oficial es un ‘no’, pero no un ‘no’ definitivo, quizás por aquello que ya dijeron que se quedaba al 200% y el resto es historia. 

Es sorprendente que nadie se atreva a esgrimir contra el hipotético refichaje del brasileño la sentencia -“los que se van, no vuelven”- que recae sobre los chavales de La Masia que prefieren probar suerte en otros lares. Y coincide esta falta de contundencia institucional con los elogios que llueven sobre el brasileño por parte de los todavía integrantes de la plantilla barcelonista. Si Luis Suárez declara en RAC1 que fue un privilegio compartir tridente con Neymar y que a quién no le gustaría reencontrarse con él, Arturo Vidal añade que sería lindo su retorno y que es muy querido en Barcelona, una aseveración que contrasta con las distintas encuestas formuladas por los medios de comunicación catalanes en los últimos días. 

Quién sabe si dejar que se hinche el globo de Neymar es una estrategia para ganar tiempo hasta que puedan anunciar el fichaje de Griezmann, o incluso una táctica de los despachos para que los pesos pesados del vestuario se convenzan de que se ha hecho lo imposible para reclutar de nuevo a su amigo.

Sucede que, en esta época del año, es casi tan prioritario traer nombres que ilusionen a la parroquia como reforzar convenientemente al equipo. Sin dudar de la enorme calidad de Neymar, su etapa en el Barça suena a pasado -y más, teniendo en cuenta su presente-, y me parecería mucho más imaginativo que se pensara en futbolistas como Ben Yedder o Sané. Eso sí: son menos mediáticos y no tienen padrinos.