Negociar por vender a Rakitic no es ningún tabú

Rakitic sigue meditando la oferta del PSG

Rakitic sigue meditando la oferta del PSG / sport

Ernest Folch

Ernest Folch

La sombra del PSG se cruza una vez más en el camino del Barça, y como contó SPORT el lunes una vez más en primicia, esta vez <strong>amaga con llevarse a Rakitic</strong>. La oferta para el jugador es suculenta y puede suponerle doblar su ficha actual y pasar a cobrar como un ‘top’ mundial.

Para el club blaugrana la operación puede ser económicamente redonda: recibiría un mínimo de 90 millones para un futbolista que en el verano del 2014 le costó solamente 18. Su rendimiento estos años con el Barça está fuera de toda duda, porque ha contribuido a ganar 3 Ligas, 1 Champions, 4 Copas del Rey, 2 Supercopas de España, 1 Supercopa de Europa y un Mundial de Clubs.

El Barça se encuentra ahora ante un dilema: o renovarle al alza, o plantarse y tener a un jugador descontento o negociar abiertamente para venderlo. Parece exagerado que Rakitic pase a cobrar 8-9 millones netos, cantidades que solo se cobran en el segundo escalón salarial de la plantilla. Parece también peligroso que se quede descontento, y queda la opción de negociar con el PSG.

Y a pesar de que no es fácil sentarse en una mesa con el club francés, el mismo que asaltó a Neymar el pasado verano, si el club blaugrana tiene el OK del jugador para irse es lógico que busque una salida que podría ayudar a estabilizar su frágil economía.

No, negociar por vender a Rakitic no es ningún tabú. Sobre todo porque hay que tener en cuenta que es el último momento para vender a un precio elevado a un jugador que acaba de completar la mejor temporada de su vida, culminada con un gran Mundial, y que cumplirá 31 años. No se puede acusar al club al mismo tiempo de tener una plantilla demasiado envejecida y al mismo tiempo censurar la venta o la negociación por Rakitic.

El Barça tiene la obligación de vender bien, rejuvenecer y fortalecer su plantilla, y aprovechar las oportunidades de mercado que se le presentan. Demasiadas veces se han pactado renovaciones como si fueran premios y no apuestas de futuro.