Naval, el 'ser superior' del Barça

Carles Naval, junto al técnico azulgrana, en el banquillo

Carles Naval, junto al técnico azulgrana, en el banquillo / EFE

E. Pérez de Rozas

E. Pérez de Rozas

Lástima que la demanda del Levante (de momento) se haya rechazado porque ha sido presentada fuera de plazo. Bueno, ha sido presentada fuera de plazo porque el Levante, que tiene un gran equipo de abogados, delegado federativo y un presidente que, por la buena marcha de su club, parece que se las sabe todas, no empezó a pensar en la protesta hasta que un periodista, que farda (y hace bien) de ser del Real Madrid, pretendió demostrar que la alineación de ‘Chumi’ había sido irregular. Cuando no lo fue.

Digo que es una lástima que se haya rechazado tan pronto la protesta porque, de prosperar, se hubiese demostrado lo que un empleado del Barça, que lleva 45 años en la casa, me escribió esa misma tarde en un contundente washap: “Emilio, imposible alineación indebida. Solo hay alguien superior a Messi en el Barça, y ése es Carles Naval”.

Es cierto (y es elogiable, muy elogiable, pero no por ello si no se hace, hay que criticarlo) que, a menudo, los clubs consultan a los que hacen los reglamentos, las leyes, las normas, los organismos que rigen el fútbol porque tienen dudas. Pero estoy convencido, como así explicó el propio Ernesto Valverde, en la conferencia de prensa posterior al 3-0 de vuelta ante el Levante, que en ningún momento dudaron. ¿Por qué?, porque tienen a Carles Naval.

"Lo lleva al milímetro"

Y es aquí donde hay que reparar en la extraordinaria intervención, de esa misma noche de autos, del abogado Toni Freixa en la COPE, cuando el exportavoz y exdirectivo del Barça, no solo hizo una defensa bestial del delegado del Barça “alguien que se cuida de eso y lo lleva al milímetro”, sino que dijo que hacer ruido, puede hacer ruido todo el mundo, pero que la norma “no admite discusión alguna”.

Freixa, que nos dejó boquiabiertos a todos los presentes (aunque hay que decir que los responsables de las leyes futbolísticas de la COPE ya habían dicho lo mismo que argumentó el exdirectivo), contó que “una sanción leve se cumple en la misma competición. Punto final. La norma es tan clara, que no comprendo la polémica; bueno, sí, sí, la comprendo. Son ganas de confundir a la gente, tú lanzas un comentario aislado y punto”.

“Analicemos la situación”, siguió argumentando Freixa, “no hay duda ¿verdad?, verdad, de que estamos ante una sanción leve. Pues la sanción leve se cumple en la misma competición. Y el segundo punto que quiero aclarar es que, por el criterio de interpretación sistemático de las leyes, mediante el cual hay que interpretar una norma que tiene diversos párrafos, hay que saber que una misma norma no puede decir una cosa y, a la vez, la contraria. Y, en ese sentido, lo que no puede decir el artículo 56 es que la sanción se cumpla en la misma competición y, varios párrafos más tarde, pretenda decir lo contrario que acaba de establecer. No”.

"En la Copa sí podía jugar"

Y Freixa, que no solo es abogado, que no solo sabe de fútbol, de las leyes del fútbol, sino que había estudiado el caso, sentenció: “Si la jornada de Copa en la que Chumi jugó frente al Levante, en Valencia, hubiese sido una jornada de Liga intersemanal, no hubiese podido jugar ¿por qué?, porque es la misma competición. Pero como jugó un partido de Copa, sí podía jugar”.

Freixa lamenta, con la boca pequeña, que desde medios de Madrid pretendan hacer creer al aficionado que el Barça gana sus títulos ilícitamente. Y, claro, también piensa que el Levante está frente a una pataleta mayúscula, aunque no tiene caso. “Que pretende llegar hasta el final, no me extraña, quisiera recordar que el Real Madrid, con ‘el caso Cheryshev’, agotó todas las instancias, es decir, ¡cinco!, llegando, incluso, a la Sala de lo Contencioso Administrativo de la Audiencia Nacional. Total para que no le dieran la razón, aunque ellos creían tenerla”.

Sin caso

Es evidente que no había caso, aunque todavía colea. Y coleará. Es evidente que resulta imposible no creer, no pensar, no tener la sensación que, desde Madrid, alguien ha querido manchar el prestigio del Barça, con la ayuda de un presidente, Francisco Catalán, que dijo que Josep Maria Bartomeu le entendía perfectamente. 

Esa inmaculada pose de Catalán en el palco del Camp Nou, mientras afilaba su navaja, me recordó a la tontería que hizo Ceballos en el Benito Villamarin después de matar, de falta, a ‘su’ amado Betis, tratando de no celebrar el 1-2 en el minuto 93. Pues, perdóneme usted, señor Ceballos, si no quiero herir a su exafición, no tire la falta y punto. Todo lo demás, es puro cuento.