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Opinión

¿Dónde narices está AFE en el lío del Barça con Olmo y Pau Víctor?

El silencio del sindicato de jugadores es una vergüenza para el colectivo y el vestuario del Barça debe tomar nota

Aganzo, presidente de AFE

Aganzo, presidente de AFE / Twitter

En el culebrón de las inscripciones de Dani Olmo y Pau Víctor destaca la ausencia de un organismo que debería haber tenido un protagonismo tal vez clave en este asunto. La Asociación de Futbolistas Españoles (AFE), ese sindicato que debería velar por los intereses de sus afiliados, ha decidido mirar hacia otro lado cuando a dos de sus asociados se le está impidiendo ejercer su derecho al trabajo. Su nula aportación e interés al caso, como mínimo, es vergonzosa por no decir alguna palabra más fuerte.

David Aganzo, exjugador madridista, preside este estamento. Y parece estar muy contento desde que en el cambio de presidente de la Federación Española de Fútbol se ha asegurado una de las vicepresidencias de este ente. Desde su nueva cómoda poltrona, Aganzo no ha movido un dedo hasta ahora por los dos jugadores blaugrana. No vaya a ser que incomode a alguien y le hagan salir de la foto.

El vestuario del Barça y el de muchos otros equipos profesionales del fútbol deberían tomar nota de lo que está sucediendo. Nota y medidas. Porque ¿para que sirve un sindicato cuando surge uno de los mayores escándalos de los últimos tiempos y en vez de alinearse con sus compañeros parece que hay más afinidad con los verdugos? Para tener esta AFE, más vale no tener nada.

Si hubiese un mínimo de dignidad, AFE debería poner en marcha a todo su equipo jurídico para que en las próximas horas presentara ante el CSD un argumentario defendiendo el derecho a trabajar de dos de sus afiliados. Pero no se preocupen, no lo harán. Futbolistas, estáis listos con ellos.