Nadie pensó en el día después de Messi

Leo Messi, con el Balón de Oro 2021

Leo Messi, con el Balón de Oro 2021 / Google

Joan Mª Batlle

Joan Mª Batlle

Viendo a Leo Messi con su séptimo Balón de Oro, uno no puede dejar de lamentar que su salida del Barça se produjera cuando todavía está en lo más alto del escalafón futbolístico mundial. Miren, Messi no es un veterano más de esos que con 34 años alargan su carrera dosificándose por aquí y por allá sabiendo que en cualquier momento se les pueden abrir las costuras de un físico que ya no da más de sí. Messi todavía es el mejor del mundo y no se esconde porque no tiene costuras que cuidar.

En este contexto actual hay un dato que lo dice todo: nadie, a excepción del legendario Stanley Matthews, que tenía 41 años en la primera edición del Balón de Oro de 1956, ha logrado el galardón con 34 años. Quiere ello decir que su longevidad es extraordinaria. ¿Saben por qué? Pues porque su fútbol se basa en la calidad y no en el físico. Su final no será en picado.

CADENA DE ERRORES

Todo esto se lo perderá el Barça. Es una pena que nadie del club, ningún directivo, ningún ejecutivo, ningún director deportivo, ningún asesor, pensara en el día después de Messi. Leo se ha ido y lo que ha quedado es un equipo descompensado; con futuro gracias a la cantera, de acuerdo, pero sin presente.

La historia dirá que el Barcelona no supo adelantarse al post-messismo, lo que es un pecado imperdonable puesto que ya ocurrió lo mismo con los otros dos grandes mitos históricos del club, Kubala y Cruyff. No se supo acompañar a Messi con futbolistas de contrastada calidad y rendimiento en los últimos años ni se supo aprovechar su experiencia para que liderara su sucesión tutelando a los futuros cracks de la cantera. Nadie pensó en la transición ni en que un día no se le podría pagar un contrato acorde con su valía.

Messi se fue un año después que su amigo Suárez (qué nostalgia por el abrazo infinito que se dieron el lunes en París) y tres semanas antes que Griezmann, que en el único lugar que podía rendir era precisamente en el que dejaba vacante Leo. Una cadena de errores desde hace años hasta el último momento. Todo pura improvisación. Se fue el Balón de Oro y aquí nos quedamos con dos o tres parches low cost. Así nos va.

La clave

Se fue el Balón de Oro y aquí se quedaron dos o tres parches low cost.