Nadie echó en falta a Dembélé

Dembélé no marcó ante el Elche

Dembélé no marcó ante el Elche / AFP

Joan Mª Batlle

Joan Mª Batlle

En el fútbol, querer es poder. Por si quedaban algunas dudas, ayer los niños del Barça se lo demostraron a los cracks. Debido al Covid, Xavi afrontó el partido contra el Mallorca con una alineación de circunstancias y un ataque que va mucho más allá de todas las circunstancias posibles. Un juvenil de 17 años, Ilias, y un canterano del Espanyol que lleva cuatro meses en el club y solo tres semanas en el primer equipo.

El segundo partido de Ilias y el cuarto de Jutglà en Primera División. Y junto a ellos, un cedido del Sevilla, el delantero centro más denostado de los últimos cincuenta años en el Barça y que ayer se convirtió en protagonista del triunfo. Dos remates a la madera en un minuto, el segundo con un tijeretazo espectacular que si llega a entrar hubiera dado la vuelta al mundo, y el gol de la victoria. Luuk de Jong le puso coraje y amor propio, decidió no esconderse. Y ganó.

LAS VACACIONES

Les digo una cosa: nadie echó en falta a Dembélé. Ni a Coutinho. Ni a Alba. Ni a Dest o Sergi Roberto... Que tomen nota los que la tienen que tomar. Los chavales, dos debutantes, Alvaro Sanz y Estanis, y varios suplentes, sacaron adelante el partido más tramposo con buena nota, con autoridad y sin conceder más que una oportunidad al rival, aunque obligó a Ter Stegen a efectuar un paradón, suyo también es el triunfo.

Repito, querer es poder y la vuelta de las vacaciones, que siempre ha sido un problema en el Barça, esta vez fue una bendición. Y es que no son las vacaciones, es la actitud de las estrellas millonarias que tardan en asimilar la vuelta al trabajo. Miren el Madrid, con la única baja de Vinicius, palmanini en Getafe. Ancelotti reconoció que seguían de vacaciones. Toshack, por cierto, hablaba de los "mismos cabrones de siempre" tiempo atrás.

Pues eso, qué triste que el mundo esté al revés, que idolatremos a los jetas y nos cebemos con los humildes. Sí, claro, los buenos son los que ganan títulos. Pero también son los que los pierden y demasiadas veces los pierden de una manera imperdonable. El Barça está en esas... Sin ninguna duda, no volveremos a ver al equipo de ayer, pero sería bueno no olvidar la lección que nos dio.

La clave: la actitud y el amor propio de los jóvenes dejaron el síndrome vacaciones para el Madrid