Nadie dijo que ganar la Champions fuera fácil

Nadie dijo que ganar la Champions fuera fácil

Nadie dijo que ganar la Champions fuera fácil / SPORT

Ernest Folch

Ernest Folch

Por primera vez en muchos años, el Barça se encuentra con una fase inicial de Champions tan exigente y difícil que tranquilamente podría bautizarse su grupo como ‘el de la muerte’.

El grupo del equipo de Valverde es el único que tiene los cuatro clubes históricos y de renombre. No habrá ni un partido sencillo y, lo que es más importante, no habrá ni un partido intrascendente. Podría casi publicitarse como un acontecimiento taurino: seis partidazos, seis.

El Barça no solo se enfrenta a tres grandes equipos sino también a tres instituciones del fútbol, las tres con más de un siglo de historia. Es sabido que en el fútbol no solo cuentan los grandes jugadores. En los momentos clave pesan también, y mucho, los escudos y también los estadios. Ahí es donde el Barça deberá andarse con mucho cuidado. Porque el gran hándicap de la pasada edición para el conjunto de Valverde fue justamente que tropezó en prácticamente todos sus desplazamientos (solo ganó 0-1 en Lisboa).

Y es que el Barça, poca broma, tendrá que jugar en Wembley (Tottenham), Philips Stadion (PSV) y el Giuseppe Meazza (Inter), tres recintos míticos que han visto media historia del fútbol desfilar por su césped. Evidentemente, el más temible de los tres es el Tottenham de Pochettino y Kane, un conjunto muy bien estructurado y muy vertical, que juega de la manera que peor le va al equipo blaugrana.

El PSV no es un conjunto tan duro, pero es el ganador de tres de las últimas cuatro ligas en Holanda y lo entrena el exblaugrana Van Bommel, que conoce bien la filosofía culé. Y el Inter, a pesar de no atravesar su mejor momento, tiene a un depredador como Icardi y una defensa cerrada a la italiana.

Sin embargo, los retos enormes que plantea este grupo tienen una parte muy positiva para el Barça: ante estos rivales y en estos escenarios ya no habrá ninguna excusa para no tener la motivación a tope. Y si se quiere conquistar la deseadísima Champions, es una evidencia que hay que ganar a muchos grandes equipos. Nadie dijo que ganarla fuera fácil.