Nada ni nadie es para siempre

Sergio Ramos y su nuevo club: ya habría llamado a otros compañeros para buscar colegios para sus hijos

Sergio Ramos y su nuevo club: ya habría llamado a otros compañeros para buscar colegios para sus hijos / Google

Bojan Krkic

Bojan Krkic

Hay quien puede pensar que lo que ha hecho Florentino Pérez con Sergio Ramos ha sido un menosprecio, un agravio a una leyenda que lo ha dado todo por el escudo del Real Madrid. Sin embargo, yo no lo veo desde ese prisma. Sin restar un ápice al valor que tiene todo lo que ha conseguido el central blanco, creo que la decisión del presidente madridista no está enfocada en minusvalorar al sevillano, sino en fortalecer a su club.

Evidentemente es una decisión traumática, pero Florentino demuestra con su postura que considera que la entidad está por encima de cualquier jugador y esa es, al fin y al cabo, la misión principal que debe asumir cualquier dirigente. Defender un club sobre todas las cosas es responsabilidad de quien asume un cargo como ese, aún sabiendo que tendrá que tomar resoluciones antipáticas o molestas.

Pero por muy impopular que sea su postura, Florentino está lanzando un mensaje muy claro y valioso: nada ni nadie es más importante que el Real Madrid. Una declaración de intenciones que, bajo mi punto de vista, necesita el fútbol actual. Me preocupa mucho que, desde cada vez más jóvenes, los futbolistas se crean con tantos derechos sobre los equipos, llegando incluso a chantajearles si no consiguen lo que quieren. Por eso respeto mucho esta valentía porque el hecho de haber ido cediendo tanto poder al entorno de los jugadores ha acabado por embrutecer cada vez más este deporte. 

Florentino solo intenta hacer valer su entidad demostrando, por segunda vez, que tiene personalidad y no le asusta el qué dirán. Ya ocurrió lo mismo con la salida de Cristiano Ronaldo y el tiempo le ha dado la razón. Si ahora mismo se hiciera una encuesta sobre lo acertado o desacertado que fue vender al portugués se vería claramente cómo la tortilla ha dado la vuelta respecto al día en el que se anunció su desvinculación. Es verdad que el Madrid ha perdido gol desde su marcha, también perderá muchas cosas sin Ramos, pero a estas alturas ya no es tal la avalancha de gente que piensa que la decisión fue tan descabellada. 

Pero, en este caso, puede que la situación sea aún más impopular que la anterior. El adiós de Ramos es más complejo -si cabe- que el de Cristiano ya que la de CR7 fue una baja profesional, pero la de Sergio es una baja que va mucho más allá. Él es el líder, el capitán, por eso tiene aún más valor las agallas que demuestra Florentino, porque la decisión es mucho más peliaguda por lo que puede suponer para el vestuario, pero aun así no le ha temblado la mano. 

Reconozco que es un shock brutal porque el de Camas es uno de los grandes futbolistas de la historia blanca, pero no se debe tratar como un tema personal, sino como un asunto de club. También el Barça tiene ejemplos de salidas que parecían el fin del mundo y luego resultó que no le fue nada mal. El primer año de Guardiola, tras la salida de Rijkaard, se dejó marchar a Ronaldinho y Deco, pero lejos de caer en picado el equipo ganó gran cantidad de títulos apostando por la decisión difícil. 

Es duro reconocerlo, pero nadie es imprescindible y todos los jugadores debemos ser conscientes de ello. No significa que haya que restar valor a nuestro trabajo, pero es importante entender que los escudos trascenderán a nosotros y contra eso no se puede luchar. Nada es para siempre, ni siquiera los más grandes.