Nadal, ejemplo para las vacas sagradas

Nadal campeón del Open de Australia

Nadal campeón del Open de Australia / SPORT

Joan Mª Batlle

Joan Mª Batlle

Rafa Nadal pasó ayer a la historia ya no solo del tenis sino del deporte mundial. Su gesta significa la consolidación del máximo valor que el deporte ofrece a la sociedad: el esfuerzo, el sacrificio, la perseverancia, la superación.

Viendo ayer a Nadal remontar dos sets a un rival diez años más joven que él y hacerlo como lo hizo, dejándose la vida sobre la pista, no pude por menos que acordarme de la situación actual del Barça, en pleno proceso de transformación, con los veteranos que le llevaron hace unos años a lo más alto del fútbol cuestionados, con una debilidad mental que asusta y que le condena a unos resultados mediocres. Pensé que Nadal es el ejemplo a seguir por todos, pero muy especialmente por esos cracks que llamamos vacas sagradas, un término más despectivo que otra cosa, pues incide en su status de intocables cuando ya no lo merecen y no parecen hacer nada para merecerlo.

LA RESPUESTA. Ya sé que el fútbol y el tenis son dos deportes completamente distintos. Pero en la elite, la preparación del deportista no varía tanto. Al margen de los entrenamientos especifícos, la mentalidad del profesional marca diferencias. Lo de Nadal me parece estratosférico.

Cinco horas y media en la pista, ¡casi cuatro partidos de fútbol seguidos!, solo, sin que nadie pudiera correr por él. Máxima presión en cada golpe, se me ocurrió pensar que cada saque es como lanzar un penalti para un futbolista. A una preparación física impecable hay que unir una fuerza mental sobrehumana.

Tenía 20 Grand Slams y luchó por el 21 con una motivación que no he visto nunca en ningún otro deportista. En contrapartida, ya saben lo de Guardiola y el estómago lleno. ¡Qué gran lección la de Rafa! Hace solo dos semanas, Xavi se quejaba de la falta de intensidad de su equipo. Pues bien, eso se trabaja.

Que le pregunten a Nadal cómo se hace, cuántas horas entrena, cuántos sacrificios hace, a cuántas cosas renuncia y cómo se lo hace para mantener con casi 36 años la pasión por su profesión. Que le pregunten y luego reflexionen sobre la respuesta que obtendrán. Entonces comprenderán muchas cosas.

LA CLAVE. Que pregunten a Nadal cuántas horas entrena, a cuántas cosas renuncia, cómo mantiene la pasión...