Nada es más peligroso que un Madrid con piel de cordero

Sergio Ramos y Marcelo están sufriendo en defensa en el Madrid

Sergio Ramos y Marcelo están sufriendo en defensa en el Madrid / AFP

Ernest Folch

Ernest Folch

El Madrid llega al Camp Nou herido, con un entrenador aparentemente cesado, sin Cristiano y sin gol, y en aparente descomposición. En principio son muy buenas noticias para el Barça porque, a pesar de no contar con Messi, tiene al alcance de su mano dar un golpe a la Liga, ponerse a siete puntos y dejar a su eterno rival en una situación límite en el mes de octubre. Pues bien: nada hay más temible que un clásico que se da por ganado antes de tiempo. Ayer Valverde lo quiso dejar bien claro: “El Madrid herido es más peligroso”. Ahora es más necesario que nunca recordar que hace tres temporadas el Madrid de Zidane visitó el Camp Nou con la Liga perdida contra el Barça del tridente en su apogeo en un partido extraño marcado por la reciente muerte de Cruyff. En las quinielas previas al partido, se discutía casi únicamente de cuántos goles recibiría el equipo blanco.

Contra todo pronóstico, el Madrid remontó el gol inicial del Barça y se llevó el partido: aquella victoria no le alcanzó para ganar la Liga, pero sí para rearmarse. Salió tan reforzado de aquel partido que ganó la Champions y encontró el camino para ganar las dos siguientes. Es decir, hay que ir con mucho cuidado y nunca subestimar un clásico. Un choque tan trascendente es como el famoso aleteo de la mariposa: sus consecuencias pueden sufrirse o gozarse durante años. Esta vez, tal como explicó ayer este periódico, los jugadores blaugrana parecen muy conscientes del poder de su rival y tienen muy claro que no van a fiarse del Madrid, por mucho que llegue a Barcelona con piel de cordero. Y es que nadie puede olvidar que Benzema, Isco, Bale, Asensio o Marcelo, por muy mal que estén, tienen el potencial para poner contra las cuerdas a cualquier equipo.

Sin duda, el clásico va estar presidido por dos ausencias mayúsculas, pero que no son equivalentes: el Barça sin Messi pero sabiendo que volverá, el Madrid en plena nostalgia sin Cristiano y sabiendo que no ha podido encontrar su sustituto. La influencia de estos dos jugadores ha sido tan mayúscula en la última década que inevitablemente se va a crear un vacío que se tendrá que llenar. Está por ver quienes serán los jugadores que crezcan dentro del partido y asuman su rol de líder. Lo que es seguro es que, como en todos los clásicos, pase lo que pase, tendrá consecuencias imprevisibles sobre el devenir de los dos clubes.