El muro impenetrable

NI LOS RAYOS X

<strong>Fue combate nulo pero si hubiera elegido un ganador a los puntos, habría sido el Sevilla</strong>. La puesta en escena del seis veces campeón de Europa fue la de un aspirante a pelear la Liga. Lopetegui sacó a pasear la pizarra, dispuso una presión arriba que estranguló al Barça y del resto se encargaron Diego Carlos, Koundé y Fernando, el muro impenetrable de Nervión. Por ahí no pasaron ni los rayos X. Ni Messi, ni Ansu Fati. El Barça, con mucha fatiga en las piernas y con la pareja De Jong-Busquets pesando menos de lo que debe, el equipo se conformó con una realidad. El Barça está construyendo un gran equipo y el Sevilla, en este momento, lo tiene. Posdata: Trincao salió de refresco, renovó la energía del equipo y pudo ganar el partido. A este chico le sobra talento y descaro. Hay que darle más minutos. Lo contrario es ponerle puertas al campo. 

VICTORIA CLÁSICA

Suma y sigue. Tercer triunfo consecutivo del Real Madrid de Zinedine Zidane. Fue la clásica victoria con el sello madridista. Tuvo una novedad trascendente, eso sí: esta vez, <strong>Vinicius</strong> ajustó su puntería y envió la pelota a la jaula. Premio para el brasileño. Después, el desenlace del choque obedeció a viejos clásicos madridistas. Primero, el equipo volvió a ganar sin enamorar.  Segundo, <strong>Karim Benzema</strong> volvió a anotar. Tercero, <strong>Casemiro</strong> volvió a evidenciar su enésima bula arbitral – ahora también televisiva-, demostrando que, junto a Luis Suárez, posee el superpoder único de evitar ser expulsado cuando lo merece. El último clásico blanco fue una nueva actuación portentosa de Courtois, que no es el mejor portero del mundo, pero últimamente lo parece.  

DE LA EUFORIA A LA DECEPCIÓN

El Atleti protagonizó un vistoso arranque de caballo andaluz (goleada al Granada) y frenó con una parada de burro manchego (dos empates a cero seguidos). Conclusión: ni antes era el favorito a nada, ni ahora es un fracasado. El tiempo dirá si el Atleti no da la talla o si los críticos del Cholo acaban siendo una muesca más en el revólver de Simeone.