El Mundial se pone exigente para España

Luis Enrique ya está en la gala del sorteo del Mundial de Catar 2022

Luis Enrique ya está en la gala del sorteo del Mundial de Catar 2022 / EFE

Lluís Mascaró

Lluís Mascaró

Luis Enrique es el mejor seleccionador que puede tener, en estos momentos, España. Más allá de los resultados cosechados en sus dos etapas, que han sido extraordinariamente satisfactorios (finalista de la Nations League, semifinalista de la Eurocopa y clasificado para el Mundial como primero de grupo), el asturiano ha vuelto a aportar personalidad al combinado nacional. España tiene, otra vez, un estilo definido. Basado en el modelo del Barça pero adaptado a las exigencias del propio técnico. La revolución futbolística y generacional llevada a cabo por Luis Enrique debe tener continuidad en Qatar’2022, donde la selección española estará entre las favoritas para conquistar el título.

Doce años después de la histórica victoria en Sudáfrica, España se encuentra en condiciones de volver a ser campeona. Ha superado su larga travesía en el desierto y ha recuperado esa estabilidad deportiva y emocional imprescindible para conseguir grandes éxitos. Luis Enrique es el líder de una selección que vuelve a ilusionar con jugadores jóvenes y extraordinariamente talentosos como Eric Garcia, Pedri o Ferran Torres... todos ellos del Barça, por cierto. Y en el Mundial de noviembre-diciembre se enfrenta a su gran prueba de fuego, con muchas, muchísimas opciones, de repetir la hazaña del 2010.

Ayer, España conoció a sus primeros rivales de la fase de grupos de Qatar’2022. El sorteo fue muy duro para la selección. Evitó a Holanda, pero le tocó el peor rival del Bombo 2: la todopoderosa Alemania. Sus otros dos contrincantes serán Japón y el ganador de la eliminatoria de repesca que disputarán Nueva Zelanda y Costa Rica. La clasificación para los octavos de final no debe ser ningún problema (pasan los dos primeros) para una selección que, insisto, aspira a todo. Pero tener que enfrentarse a la cuatro veces campeona del Mundo eleva el nivel de exigencia para el equipo de Luis Enrique. El duelo entre españoles y germanos será, seguramente, el más atractivo de la primera fase del torneo, porque los otros favoritos no tendrán un enfrentamiento tan potente.

La Argentina de Messi, por ejemplo, se medirá a Arabia Saudí, México y Polonia. El mejor jugador de la historia tiene su última oportunidad de ganar un Mundial y, al menos, la fase de grupos no le romperá su sueño. En la recta final de su extraordinaria trayectoria futbolística, Messi espera poder alcanzar esa gloria mundialista que se le ha resistido durante tantos años. No lo tendrá nada fácil. Hay varios equipos mejores que Argentina. Entre ellos, España.