Mucho trabajo y poco tiempo

El Barça hace meses que sabe que enero será movidito. No se hicieron los deberes en el mercado de verano y se cerró con un huida hacia adelante el caso de Mascherano y tocará ponerlo ahora sobre la mesa. Abrirle la puerta y buscarle un relevo. Pero este no es el único peaje que ha dejado la gestión del pasado mercado.

Queda también otra, la más importante, la que va a traer al futbolista que le tiene que cambiar la cara al equipo y ofrecer alternativas al juego. Este verano el club se autoimpuso al final un freno para que la operación de Coutinho no se desmadrara y dejar pasar unos meses para que el resto de los clubs dejaran de ver al Barça como un Euro con patas tras la llegada del cheque de 222 millones de euros que ingresó el club por Neymar.

El tiempo ha pasado y es momento de actuar, por suerte se hace en un entorno tranquilo y con un equipo que no solo ha sabido reinventarse sino que también ha sabido sobreponerse a la baja de Dembélé. Por suerte el Barça empieza el mercado con la recuperación del francés y con la posibilidad de incorporar a Coutinho y a Yerry Mina.

Está claro que le cambiaría la cara al Barça la llegada de estos jugadores pero lo que realmente daría muestras que se ha pasado página es lograr que Arda Turan abandone la disciplina del equipo y deje de ocupar el lugar de otros que sí que desean jugar en el Barça.

En resumen, el primer fichaje ya ha llegado que es Dembélé tras su lesión, y ahora toca relevo en el central y reforzar el centro del campo. No es poco trabajo para un mes que está abierto el mercado pero es necesario para que el equipo siga optando a los tres títulos y para que se respire otro aire.