Mourinho perdió en Manchester el tren del Real Madrid

Mourinho se ha convertido en un perdedor. Le pierde la soberbia, el orgullo, la vanidad y, sobre todo, los malos resultados. Ya no queda nada de quien se calificó como The Special One. La trayectoria del portugués en los banquillos es una caída en picado, de la gloria al infierno. En todos los equipos acaba mal, peleado con los jugadores, enfrentado a la prensa y divorciado de las directivas. Su estilo de juego, conservador y defensivo, ha pasado de moda. Su arrogancia le lleva a la perdición. Culpa a los demás de las derrotas sin darse cuenta de que es el principal culpable de su decadencia. A punto de cumplir los 56 años es el entrenador en paro con mas detractores. El presente es tan cruel que parece condenado a vivir de los recuerdos.

Lo peor que le podía pasar a Mou es lo que le está pasando. Su sucesor en el United lo hace mas malo. Es como un doble fracaso. Le cesaron a mediados de diciembre cuando el United estaba a 19 puntos del líder y desde entonces han ganado todos los partidos. El noruego Solskjaer, ex jugador del Manchester, suma cuatro victorias consecutivas y ha sacado a los diablos rojos del pozo en que habían caído. Es como si los jugadores se hubiesen liberado del mal opresor. Pogba ha recuperado la ilusión y el mítico Rooney lamenta que el cambio no se hubiese hecho antes. Fomentó tanta división  y rencor, que le pasan factura sin contemplaciones.

Mourinho se esconde y calla. Necesita tiempo para contar toda la pasta que ha ganado en los banquillos. Solo le reconforta el finiquito millonario del United que le llenó los bolsillos, 20 millones de euros. No le falta dinero, trabajo, ya veremos. Su curriculum mas reciente produce desencanto. Su segunda etapa en el Chelsea, acabó en despido. En el Madrid estuvo tres años y fue incapaz de llegar a una final de Champions cuando Zidane después ganó tres consecutivas. En Manchester ha estado dos años y medio y se ha tenido que conformar con una triste Europa League. Sin embargo, su amigo y representante Jorge Méndez le ha dicho que no se preocupe. El día que quiera volver a entrenar puede ir a China a dar otro atraco en forma de contrato millonario.

No es ningún secreto que Mou sueña por volver al Bernabeu de la mano de su amigo Florentino. Lo tiene crudo. Dejó  tantos enemigos, comenzando por el capitán Sergio Ramos, que es imposible que le abran la puerta. Hasta el presidente está desengañando. Sus asesores le han hecho ver que si lo ficha los socios se pueden manifestar en contra. Mas problemas que ventajas. Los blancos necesitan una revolución y el portugués sólo sería otro parche. El Madrid busca un entrenador que sea capaz de reconstruir un equipo caduco y veterano. Solari está demostrando que no es mas que un técnico de paso. Con el equipo a siete puntos del Barça comienzan a vislumbrar otra Liga perdida.

Mourinho perdió en Manchester el tren del Madrid. Entró en vía muerta víctima de su carácter insoportable y los malos resultados. Ha dejado a Florentino Perez sin argumentos. Ahora los informes técnicos del club apuntan a Jurgen Klopp como el entrenador ideal.

EL PELUCHE DE MESSI COMO METAFORA DE LA FELICIDAD

Muchos culés hubiesen sido felices estas fiestas si les llegan a regalar un peluche de Messi. Todavía no entiendo como a nadie en el Barça se le ha ocurrido hacer un Messi de peluche. Seguro que hubiese sido un magnífico regalo para los niños el día de Reyes. Leo representa la gran esperanza para el 2019 recién estrenado. El futuro del Barça pasa por su cabeza y sus pies. Es mas que un jugador, es el faro que guía al equipo, el que mete los goles decisivos, el que transmite confianza a los aficionados. El peluche de Messi sería como una metáfora de la felicidad barcelonista, un símbolo de esperanza para ganar la anhelada Champions.

La verdad es que cada año los culés son más exigentes. Ganar la Liga parece poco cosa, levantar la Copa del Rey es como ver una película repetida. España se queda pequeña y Europa todavía está lejos. Viendo el Manchester City-Liverpool de la Premier podemos pensar que el mejor Barça es capaz de todo. Guardiola y Klopp pagarían por tener una plantilla formada por Messi y compañía. Por lo tanto, aconsejamos confianza y fe. Con Messi enchufado, recuperar la hegemonía europea es posible. Valverde a su manera trabaja en esta dirección, aunque a veces su cara de tristeza y sufrimiento no transmita la ilusión deseada.