No hay vacuna para la adicción al motor

Alonso, a punto para su regreso

Alonso, a punto para su regreso / alpine

Josep Lluís Merlos

Josep Lluís Merlos

Arranca la temporada del motor este fin de semana, y con ella los conflictos domésticos. Estaremos clavados frente a la pantalla de sol a sol, y deberemos capear con diplomacia la conciliación familiar, no con la vida laboral esta vez sino con esa adicción a la gasolina irresistible que nos mueve y nos apasiona. Coinciden F1 y MotoGP. ¡Qué fácil es criticar esta circunstancia, y qué difícil debe ser confeccionar unos calendarios que deben sortear la pandemia, la competencia de otros eventos deportivos, y la estructura necesaria para compaginar la lógica con la logística!

Los campeonatos levantan el telón no exentos de polémica: la que se ha generado a propósito de que tanto Dorna como Liberty hayan ofrecido a los colectivos de MotoGP y F1 la posibilidad de vacunarse aprovechando el ofrecimiento y las privilegiadas circunstancias económicas brindadas por los gobiernos de Qatar y Bahréin. Hay quien ha cuestionado la ética de este suceso, argumentando que los deportistas de élite no deberían protagonizar actuaciones que podrían ser catalogadas como no ejemplares ante los ojos de una humanidad que les tenga como referentes. Qué quieren que les diga… Yo, en su caso, hubiera aprovechado la oportunidad si se me hubiera presentado, como tantos y tantos trabajadores autónomos de ambos paddocks que saben que su modus vivendi depende de que puedan cumplir con todas las citas del año, y que caer en las garras del virus les obligaría a quedarse en casa… sin cobrar ni un euro. Para mi esto está por encima de los supuestos “valores” que transmiten los grandes héroes del deporte en una época en la que este concepto, el de los “valores”, tal vez se haya trivializado en exceso.

Pero no estamos aquí para valorar la deontología de nadie. Ni somos quién para hacerlo, ni este es el foro adecuado. Lo más importante de todo es que vuelve el Deporte. En mayúsculas. Y con él, como con el cupón de la ONCE, “la ilusión de todos los días”; o si quieren: de todos los fines de semana.

Estamos entusiasmados ante una temporada que promete mucho en las dos especialidades. En la F1 entre otras cosas por el regreso de Alonso y las expectativas con Sainz en Ferrari. Cuenta la estadística que las dos veces que las carreras comenzaron en Bahréin Fernando se proclamó campeón del mundo. Lo tiene complicado esta vez, no tanto por sus cualidades como por la competitividad de su coche.

Y en MotoGP la ausencia de Márquez en las dos primeras citas del año -de momento- es la liebre mecánica que estimula la jauría de galgos sedientos que van a tener que correr desesperadamente desde el primer momento para conseguir un margen que puede quedar borrado de un plumazo cuando reaparezca el de Cervera. Y no lo digo yo, sino Alex Crivillé: “Cuando Marc regrese, estará para ganar”.