No es momento de reproches

Lo más importante ante el Nápoles era pasar a cuartos. El Barça se está jugando el último cartucho de la temporada y el sábado tenía que ganar sí o sí. ¿Que hay cosas mejorables? Por supuesto. ¿Que en la segunda parte no acababa de dar su mejor versión? También es cierto. Pero el objetivo primordial era obtener el billete a Lisboa.

El hecho de que clubes de la talla del Real Madrid, la Juventus, y anteriormente el Liverpool, se hayan quedado fuera, demuestra el grado de dificultad que han enfrentado otros candidatos, a priori favoritos, que se han quedado en el camino.

Ante el Nápoles, los blaugranas ofrecieron una buena primera parte como equipo, con un Messi hambriento que siempre es una gran noticia para los intereses culés, pero volvió a surgir un problema recurrente esta temporada: el Barça juega bien a ratos. Y en el momento que pierde en dominio, sufre más de la cuenta.

Es la gran asignatura pendiente: retener el control del partido, con o sin balón. Por eso la segunda parte dejó interrogantes, porque no es capaz de tener el dominio durante los 90 minutos.

¿El Barça que venció al Nápoles es capaz de ganar al Bayern de Múnich? Tengo mis dudas, porque los alemanes son un conjunto completo en todas las facetas, como han demostrado barriendo al Chelsea de la competición continental.

Por su poderío físico, jugadores altos y rápidos, con mucha ida y vuelta, es un oponente que te puede hacer el partido demasiado largo. Sin duda, el Bayern de Múnich ha despejado las dudas sobre la conveniencia o no de que la liga alemana acabara antes que otras competiciones europeas, con más tiempo de vacaciones para sus jugadores, porque potencialmente podían acusar la falta de partidos en el regreso de la Champions. Todo lo contrario, han reaparecido más rodados sin cabe.

Pero el Bayern seguramente tampoco quería cruzarse con el Barça en esta final anticipada, un rival con Messi siempre ofrece peligro a la vista y en cuartos volverá a contar con Vidal y Busquets tras un partido de sanción y un banquillo más fortalecido.

En esta Champions sin claros aspirantes, el Barça se convertirá en favorito número 1 a ganarla si elimina al Bayern. Por eso ahora toca apostar todo a esa meta y dejar a un lado reproches estilísticos o dudas que generen mal ambiente.

El Barça tiene por delante tres partidos para definir la temporada, sabiendo que tres campeones de sus respectivas ligas europeas se han quedado fuera. De hecho, el Atlético de Madrid eliminó al Liverpool sufriendo como locos durante 70 minutos sin pasar del medio campo.

¿Y al final de qué se acuerda la gente? De que logró el paso de la ‘final a ocho’ de Lisboa con una gran gesta. Es el momento de cumplir objetivos, no de cuestionar principios de juego. Si el Barça conquista la Champions, poca gente se acordará de la segunda parte que no gustó contra el Nápoles. Esa es la grandeza del fútbol. Un día puedes estar muerto y resucitar al día siguiente.

ME GUSTA

La imagen de Guardiola y Zidane a pie de césped al término del Manchester City vs Real Madrid. Fue un momento que define la belleza del fútbol. Dos enemigos en el campo que se convierten en simples colegas de profesión en cuanto escuchan el pitido final, como ocurre con la tradición del ‘tercer tiempo’ en el fútbol inglés.

NO ME GUSTA

 Las críticas a la celebración del partido Deportivo - Fuenlabrada. Era la mejor solución posible para poner fin a una temporada de Segunda División marcada por una situación de fuerza mayor imposible de controlar. No era lo ideal, pero este escenario inédito para todos ha exigido improvisar y también asumir que habría errores en el camino.