El momento dulce del Barça

El Barça vive un momento dulce

El Barça vive un momento dulce / JAVI FERRÁNDIZ

Ernest Folch

Ernest Folch

¿Se imaginan que alguien nos hubiera dicho que el 19 de marzo el Barça tendría la Liga media ganada, estaría en la final de Copa y en los cuartos de la Champions? ¿Qué su rival, el Real Madrid, estaría eliminado oficialmente y/o virtualmente de todas las competiciones, habiendo presentado 3 entrenadores distintos en un año, el último de los cuales el que se fue tras ganar la última Champions? ¿Que Messi estaría jugando probablemente su mejor año, y que su último gol hubiera provocado que un estadio rival se pusiera de pie y corease su nombre? ¿Y que encima hubiera reconducido a DembéléArthur y Arturo se habrían integrado perfectamente y se hubiera cerrado la contratación de De Jong para la próxima temporada?

Pues sí, todo esto ha sucedido, todo esto está sucediendo. El culé debe pellizcarse cada día para comprobar que no está en un sueño sino en la más absoluta realidad. Sí, el equipo funciona, la mayoría de fichajes funcionan (si no contamos las estrambóticas e incomprensibles operaciones de enero), el entrenador funciona y el club funciona, a pesar de su gran complejidad, de sus errores inevitables y de sus continuos y brutales desafíos.  

Evidentemente no es ni mucho menos un mundo perfecto, y para recordarlo existe un entorno crítico que alerta, por ejemplo, de la poca posesión contra el Betis como síntoma de la pérdida del estilo, de la falta de minutos de la cantera, de la baja forma de Coutinho, del exceso de masa salarial, o de la obligación autoimpuesta de vender jugadores para cumplir el presupuesto.

Pues bien: este entorno puede acertar o puede equivocarse, pero es absolutamente necesario para que el club mantenga su tensión y su exigencia. Solo faltaría que la gestión no pudiera fiscalizarse. Para retirar pancartas y silenciar críticas ya están otros clubes. Es por eso que el Barça vive un momento dulce, que hay que saborear.

No solo por los aciertos sino también por las críticas, que ayudan a hacerlo mejor.