Momento clave de la temporada

Competición mantiene la tarjeta a Messi

Competición mantiene la tarjeta a Messi / Valentí Enrich

Gerard López

Gerard López

Un mes exacto para la disputa del clásico, en un rush de partidos decisivos para el futuro del equipo en la presente temporada. Son siete encuentros en 30 días contra rivales de primera línea que supondrán la prueba del algodón para el Barcelona, para conocer dónde realmente se encuentra, si ha aprendido de los errores cometidos hasta ahora y para comprobar hasta dónde puede llegar esta temporada.

El calendario es de vértigo pues hay cuatro desplazamientos (Leganés, Atlético de Madrid, Inter y Real Sociedad) y tres partidos en el Camp Nou (Dortmund, Mallorca y Real Madrid). Contra el segundo, el tercero y el quinto de la actual clasificación de la Liga y contra el segundo y el tercero de la tabla clasificatoria de la Liga de Campeones. Casi nada. Una prueba de fuego de primer nivel.

Cambio de chip

Es el momento de la verdad y atrás tienen que quedar los análisis de la prensa, las autocríticas de Ter Stegen, la paciencia de Piqué… Todas las reflexiones quedan aparcadas. Se ha acabado la palabrería y hay que centrarse en los hechos. En el césped. Y en la pelota.  La realidad es que el Barça afronta en unas inmejorables condiciones este rush por ser líder en las dos competiciones.

Eso sí, para salir airoso de este calendario exigente habrá que mejorar aspectos que hasta ahora veníamos hablando pues hay que engancharse a las buenas sensaciones, a la regularidad, a que Ter Stegen deje de ser el héroe, a que haya más solidez defensiva, a que el plan B supla con nota la plaga de lesiones que le deja sin muchos de sus efectivos (empezando por los sancionados Piqué o Sergi Roberto contra el Leganés y los lesionados Semedo, Alba o Rakitic) a que Griezmann brille como en Francia, a que haya más sintonía en las transiciones ofensivas, a que la presión sea más armónica, a mover la pelota con más velocidad para sorprender al rival o que Dembélé encuentre ese desequilibrio que hace tiempo que escasea.

El equipo debe resintonizarse, debe hacer un reset y ofrecer lo mejor de sí mismo porque empieza la hora de la verdad. Estos partidos no se ganan solo con golpes de genialidad. Algunos sí; todos no. El equipo, en su totalidad, debe rearmarse para hacer frente a estos rivales.

El reto es jugar mejor porque luego llegarán los resultados. Y para jugar bien hay que cambiar de marcha del ritmo de juego impuesto hasta ahora y ser más solidario. Más equipo, en definitiva.

El reto en Europa

El reto principal en Europa es acabar esta primera fase como primero de grupo. Y para ello hay que ganar al Borussia. Si no es así, luego llegan los verdaderos quebraderos de cabeza porque tienes que ir a Milán a sacar un buen resultado ante el Inter. Un traspié ahora te puede generar un problemón después.

En España es diferente por ser una competición más larga pero al ser una Liga tan igualada, los enfrentamientos directos adquieren una nueva dimensión. Son decisivos. Y así pues es muy diferente, ganar en el Wanda o al Madrid que no hacerlo.

Y más teniendo en cuenta lo que llega después de las vacaciones que, por primera vez, hay un título en juego como el de la Supercopa de España en Arabia Saudí. Es un nuevo formato cuyas consecuencias acabarán afectando de una manera u otra a la competición de Liga. Enero era una travesía y ha pasado a ser otro momento clave de la temporada.