Misión cumplida: ¡A por el Bayern!

Cádiz vs. FC Barcelona

Cádiz vs. FC Barcelona

Lluís Mascaró

Lluís Mascaró

En campos como el del Cádiz es donde se pierden las Ligas. No se ganan, pero se pierden. Los tropiezos ante los equipos modestos son los que acaban pasando factura. La historia está repleta de ejemplos. El Barça es protagonista de muchos de estos fiascos. En las dos últimas temporadas, por ejemplo, solo había sido capaz de sumar 2 puntos de 12 ante los andaluces: dos empates y dos derrotas en cuatro encuentros. Este sábado, el Barça volvía a enfrentarse al Cádiz pero lo hacía con un ojo puesto en Múnich. Es lógico. En menos de 72 horas se disputa un partido trascendental de Champions ante los alemanes y por eso Xavi revolucionó el equipo con rotaciones masivas.

Hasta nueve cambios respecto al duelo frente al Viktoria Plzen, con titularidades para cuatro futbolistas no habituales: Bellerín, Piqué, Ferran Torres y Memphis. El técnico blaugrana arriesgó con su revolución, teniendo en cuenta los citados precedentes ante el Cádiz. Pero la tentación de reservar a Pedri, Dembélé y Lewandowski, que lo habían jugado todo en este inicio de campaña, era irresistible. La plantilla del Barça es hoy mucho más amplia que en los últimos años. Y, sobre todo, tiene más talento y es más competitiva. Xavi debe aprovechar esta profundidad de banquillo para gestionar los esfuerzos y los minutos. Y qué mejor que hacerlo ante un colista que no había sumado ni un punto y no había marcado ni un gol. 

Hace prácticamente un año, Koeman protagonizó una surrealista rueda de prensa previa al partido contra el Cádiz. Leyó un comunicado, se negó a aceptar preguntas y fue el principio del fin de su corta carrera como técnico blaugrana. Aquel encuentro acabó con empate a cero y activó la agonía del entrenador holandés, que fue destituido un més después. La situación del Barça actual, afortunadamente, no tiene nada que ver. Hay consenso absoluto en torno a la figura de Xavi, pero la exigencia es la misma: hay que ganar para olvidar las urgencias.

Xavi lo sabe y por eso, en la segunda parte del encuentro rectificó y dio entrada al tridente formado por Pedri, Dembélé y Lewandowski. Justo después del gol de oportunismo de De Jong (tras una gran asistencia de Gavi). La mala primera parte de Ferran Torres y Memphis obligó al técnico a actuar. Y el delantero polaco, efectivamente, no falló: en la primera oportunidad que tuvo marcó el 0-2. Ya son nueve tantos en seis partidos y con la pólvora a punto para enfrentarse al Bayern, su ex equipo. Salvado el ‘partido trampa’ de Cádiz (con susto incluido en la grada), ahora sí todos concentrados para revertir la historia en el Allianz Arena.