El milagro de Laporta: fichar bien sin dinero

Laporta no ve la plantilla cerrada

Laporta no ve la plantilla cerrada

Lluís Mascaró

Lluís Mascaró

Cualquier cosa puede suceder en la recta final del mercado de fichajes. Quedan menos de dos semanas y todas las opciones siguen abiertas. Con una única condición: antes de entrar deben salir. Koeman sigue reclamando refuerzos (especialmente un delantero) y Laporta mantiene su empeño en rebajar la masa salarial al máximo. Hasta ahora, el Barça solo ha hecho cuatro incorporaciones ‘low cost’: Memphis, Eric Garcia y Kun Agüero llegaron gratis y se pagaron 9 millones por recuperar a Emerson. Una austeridad provocada por la grave crisis económica del club. De la prometida revolución que anunció el presidente tras perder la Liga a la triste realidad de la nefasta herencia recibida. Pero nadie se rinde en el Camp Nou. Y mucho menos un Laporta que ha vuelto a recuperar el optimismo que languideció tras la inesperada y dolorosa marcha de Messi. Hasta el último minuto del día 31 de agosto los responsables técnicos del Barça, con Mateu Alemany y Ramon Planes a la cabeza, estarán trabajando para confeccionar la mejor y más equilibrada plantilla posible. Es imprescindible para avanzar en la construcción de un nuevo Barça que sea capaz de aspirar a ganar otra vez todos los títulos.

Las salidas de Umtiti y Pjanic se han encallado por las pretensiones de los futbolistas, pero se acabarán llevando a cabo. Por las buenas o por las malas. De hecho, el club ya ha amenazado al defensa francés con el despido si no acepta ninguna de las tres ofertas que tiene encima de la mesa. Y Coutinho puede ser utilizado como moneda de cambio para traer al atacante que reclama el entrenador: el trueque con el Arsenal por Aubameyang (a pesar de la complejidad que conlleva) está realmente encima de la mesa. Lo que sea para buscar una solución al fichaje más caro (y más fallido) de la historia blaugrana. El Barça apurará todos los plazos en lo que representa la antítesis de una buena planificación. Pero las circunstancias financieras, desgraciadamente, mandan en un club que, como ya aseguró el presidente en su comparecencia del lunes, está técnicamente en la ruina. Fichar bien sin dinero sería el gran milagro de Laporta.