Mientras tengamos a Messi...

El Mundial nos ha dejado una serie de nuevas pautas que son para preocuparnos. Ha ganado Francia, la selección que mejor ha competido, pero no la que mejor ha jugado. Un equipo rocoso, de una gran fortaleza física, que cuenta, eso sí, con la clase de Griezmann y la velocidad y potencia de Mbappé, pero que no ha ofrecido precisamente un gran espectáculo. Puede que el futuro vaya por ahí. Desde luego, España, Alemania, Argentina y Brasil se han estrellado estrepitosamente. Francia ganó la final con el 39% de la posesión, mientras la Roja no soltó el balón en cuatro partidos pero solo ganó uno.

El regreso del fútbol físico-táctico en detrimento del creativo que hemos dado en llamar tiqui-taca no sería una buena noticia, pero hay que estar preparados para lo peor. En este Mundial, casi la mitad de los goles han sido a balón parado. Francia se ha hinchado, Varane, Umtiti, el autogol de Mandzukic, tres penalties de Griezmann... Su delantero centro, Giroud, ni siquiera ha chutado a puerta. No es cuestión de desmerecer el título de Francia, pues otros, como Inglaterra, han llegado lejos igual. Es la tónica general, que es inquietante.

LOS CRACKS

Hay otra cosa, los grandes cracks que estaban llamados a brillar han decepcionado. Messi, Neymar, Cristiano Ronaldo, pero también los españoles y alemanes que habían marcado época. Y en su lugar aparecen Modric, que ya tiene 32 años, Griezmann, Hazard y Mbappé. Está muy bien, todos son muy buenos, pero no son Messi, Iniesta, Xavi, Kroos... talentos a base de técnica y genio.

Me temo que se acaban los días felices del tiqui-taca, que el Barça se está quedando solo en la defensa de un estilo que engrandece el fútbol. Mientras esté Messi, el Barça aguantará y posiblemente será el último reducto del fútbol espectáculo. Para eso le han traído a Coutinho, uno de los pocos brasileños que se ha salvado en Rusia, más la esperanza de que Arthur salga bien o las apuestas tipo De Jong que puedan hacerse. Y ahí aguantan todavía Busquets y Piqué. Pero preocupa, y mucho, que la cantera se haya secado y que el futuro que apunta el Mundial vaya por otro lado. En fin, mientras tengamos a Messi...