Miedo ninguno, respeto todo

Luis Suárez, Griezmann y Messi vieron puerta

Luis Suárez, Griezmann y Messi vieron puerta / sport

Rubén Uría

Rubén Uría

El Barça quiere poner en hora el reloj astronómico de Praga. El modesto Slavia, que a partir de las doce, su carroza de Cenicienta no vuelva a convertirse en calabaza. Messi, Suárez y Griezmann serán la batería de fuego de Valverde. Sobre el papel, pinta a crucero de placer. Advertencia: fiarse de las apariencias suele ser mal negocio. El Inter cometió ese error y cuando los de Conte quisieron reaccionar, chocaron contra el plan estratégico de una referencia moral para el fútbol del este: el profesor Jindrich Trpisovsky. En el “Grupo de la Muerte”, el Slavia tiene poco que perder y mucho que ganar. Para el Barça es un partido trampa. Miedo, ninguno. Respeto, todo el del mundo.

Órdago

Peter Lim, que soluciona problemas al tiempo que los crea, busca el dinero de la Champions para cuadrar cuentas. Pasar a octavos, al margen del prestigio deportivo, es engordar el negocio. El equipo viene de dar la cara en Madrid y aunque Celades sigue buscando libreto, llega a Francia obligado a demostrar que tiene equipo para estar entre los 16 mejores del continente. Enfrente, un Lille en horas bajas. Viene de caer en la Ligue-1 y no atraviesa su mejor momento. Renato Sanches, Osimhen, Remy y compañía apuran su última bala europea. Para el Valencia es un órdago a grande: ganar es tener en la mano el pase. Perder, perder la mano y volver a ir de farol. 

Inter, último cartucho

Construido para dar réplica a la dictadura doméstica de la sempiterna Juve, el Inter afronta su primera final del curso. Necesita ganar para seguir vivo en la Champions, una competición en la que sufre desde la era de Mourinho. Enfrente, el poderoso y juvenil Dortmund. Sin duda, uno de esos partidos que los parabólicos no se van a perder. Y uno de esos que, después de haberse jugado, marcará el antes y el después de Conte en un club que fue a buscarle precisamente para instalarse en la élite europea. Otro paso atrás podría ser el principio del fin de su crédito. Se quedará sin red.