'Miarma'

Arturo Vidal será titular en el campo del Alavés

Arturo Vidal será titular en el campo del Alavés / AFP

Rubén Uría

Rubén Uría

El marine Vidal

Instalado en el imperio del toque, Arturo Vidal resulta perfil contracultural. Intensidad, fuerza bruta y agresividad no son armas propias del estético estilo azulgrana. Es cierto. El gen Vidal y el ADN Barça, en teoría, son agua y aceite. No mezclan. Y sin embargo, el chileno, que ha jugado y triunfado en diferentes países y estilos, está atreviéndose a intentar jugar un fútbol para el que no está  programado. Como los marines americanos, Arturo se está empleando a fondo: improvisar, adaptarse y vencer. Y en ello anda. Valverde, un creyente en la corte del Rey Arturo, tiene motivos para sonreír. Vidal fue el jugador que más veces tocó la pelota, el que más balones recuperó, el que tuvo más acierto en el pase y el que más duelos ganó. No es un violinista, pero su escoba lo barre todo.

‘Miarma’ 

El tipo sale de casa, le da un beso a su señora y antes de pisar la calle, se le caen los goles de los bolsillos. Es Wissam Ben Yedder: joya producto del ojo clínico de Monchi y pieza cotizada que Pepe Castro se negó a vender cuando algunos le ponían puente de plata para salir de Nervión en globo. Su hat-trick ante la Real es una doble bombona de oxígeno: para el banquillo y para el palco. A puro gol, ‘Miarma’ firmó un triplete para ser el primer jugador del Sevilla, desde Davor Suker, que logra tres hat-trick en Liga. Lleva 15 tantos en el campeonato doméstico y 25 en toda la temporada. No diga gol, diga ‘Miarma’.

Torpedo nigeriano

Samuel Chimerenka Chukwueze, alias ‘Samu’, natural de Ikwuano, Nigeria. Así se llama la joya de la corona que persiguen los ojeadores de media Europa y que, una vez más, fue el salvador del Villarreal. El equipo de Calleja salió del descenso nueve jornadas después. Fue gracias a una obra maestra de ‘Samu’, el torpedo particular del ‘Submarino Amarillo’. Él se inventó el pase a Iborra en el 0-1 y después, firmó un pase a la escuadra para hacer el 0-2. Huele que apesta a gran jugador.