Messi vuelve a dejarlos retratados

Leo Messi lanza el penalti de su primer gol en el Barça-Real Betis

Leo Messi lanza el penalti de su primer gol en el Barça-Real Betis / AFP

Lluís Mascaró

Lluís Mascaró

Messi ha vuelto a callar bocas. Como siempre. Desde hace ya muchos años (demasiados), en la caverna mediática madridista (y también en ciertos sectores del barcelonismo con intereses oscuros) intentan jubilar anticipadamente al crack argentino. Y cada vez que anuncian su final futbolístico, Messi responde con goles. Como hizo el sábado. Tuvo suficiente con 45 minutos (Koeman le quería dar descanso ante el Betis y empezó en el banquillo, pero tuvo que salir en la segunda parte por la lesión de Ansu Fati) para dejar retratados a todos aquellos que hablaban de su crisis y de su falta de compromiso. Tiró del equipo, marcó un doblete (el número 128 de su carrera) y protagonizó la victoria ante los verdiblancos.

Y es que dudar de Messi es un sacrilegio, incluso para aquellos que odian al capitán del Barça. Porque es cuestionar al mejor jugador del mundo y de la historia. El gran Thierry Henry, que coincidió con Leo tres temporadas en el Camp Nou, aseguraba ayer que “cuando veo que se meten con Messi, me río...”. Y es que es para reírse. Si no fuera porque algunas de las insinuaciones que se hacen sobre su rendimiento son tan falsas como ruínes. Y, por supuesto, toalmente absurdas. 

Messi quiso irse del Barça hace menos de tres meses por sus desavenencias con Bartomeu. Es verdad. Y se quedó a regañadientes. Es verdad. Pero el mismo día que decidió no enfrentarse al club blaugrana en los tribunales (eso le honra) ya anunció que daría lo mejor de sí mismo para volver a ganar títulos. Y lo está haciendo. Ya lleva 6 goles (3 en la Liga y 3 en la Champions) en 10 partidos y se acerca a su promedio histórico de 0,86 tantos por encuentro. De crisis, pues, nada de nada. De falta de compromiso, pues, nada de nada. De falta de motivación, pues, nada de nada. Solo envidia y mala intención de todos aquellos que sufren sarpullidos cada vez que Messi demuestra que es el número 1 de todos los tiempos. Y ahora, también, el líder del proyecto que está construyendo Koeman.