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Messi ya tomó la decisión

Messi celebrando su gol

Messi celebrando su gol / Javi Ferrándiz

Joan Mª Batlle

Joan Mª Batlle

El mismo día que alguien filtró su contrato con el Barça con el único objetivo de desestabilizarle y acelerar su decisión de marcharse del Camp Nou, con todo lo que ello significaría de felicidad para los adversarios del Barcelona o, para qué engañarnos, para un adversario en concreto, Messi tomó una decisión, sí, pero una decisión que le honra: no perder ni un ápice de motivación para luchar por el club de su vida.

Es un privilegio impagable el que tiene el Barça con Leo, el mejor futbolista del mundo, pero también el crack más comprometido del mundo, que seguramente es tan o más importante que lo primero. Miren, Messi se quiso ir del Barça hace cinco meses, envió un burofax convencido de que le amparaba el contrato, pero en cuanto vio que una cosa es la razón moral y otra, la jurídica, evitó rápidamente alargar una polémica que habría hecho mucho daño al club. No quiso entrar en conflictos, por mucho que se sintiera engañado por la directiva, y aceptó seguir un año más como si nada hubiera pasado. Esto no tiene precio

MOTIVADO

Tampoco el episodio de ayer le desestabilizó. Sacar a relucir su contrato en tiempos de pandemia y crisis económica, en tiempos duros, durísimos, no solo para el Barça, que es lo de menos si lo comparamos con el sufrimiento de los ciudadanos, es para hacer estallar a cualquiera. Nos consta que Messi estalló de indignación, sí, pero en cuanto salió al campo decidió olvidarse de la traición y darlo todo por su equipo, como siempre ha hecho. Salió motivadísimo y marcó de falta su gol 650 con la camiseta azulgrana, ¡650 goles!, como para pensar que no se gana lo que cobra. Y con su actitud dio alas a Dembélé y Griezmann, especialmente.

Se ganó, y aunque la Liga sigue estando muy difícil, dificilísima, vale la pena lucharla hasta el final, como la Champions y la Copa. Y si finalmente no hay títulos, no será por culpa de Messi ni de lo que gana Messi ni, afortunadamente, porque los enemigos de Messi consigan que se rinda y abandone al Barça en plena competición. No, a Messi no le desestabiliza nada ni nadie. Insisto: para los que quieren forzar con malas artes una decisión de Messi, ya la tienen. Ha decidido seguir luchando. Y eso tampoco tiene precio. 

La clave: a Leo no le desestabiliza nada ni nadie y su compromiso con el Barça no tiene precio.