EN LA ORILLA

Messi es todo un equipo en sí mismo

Leo Messi, con David Silva en el Barça-Manchester City de la Champions 2014-15

Leo Messi, con David Silva en el Barça-Manchester City de la Champions 2014-15 / sport

MARTÍ PERARNAU

En su pequeña carcasa, Leo Messi contiene un equipo completo de fútbol. Es un misterio indescifrable cómo ha llegado a atesorar tantas facultades distintas en un cuerpo tan menudo, pero la profundidad de su talento se antoja insondable, inmenso, difícilmente comprensible. Messi es delantero y centrocampista, goleador y asistente, extremo, falso nueve, delantero centro, interior volante, mediocentro, regateador, cabeceador, pasador, principio y final del juego. La inmensidad de la vídeoteca que hará falta para albergar sus mejores momentos, no solo sus goles, sino todo el volumen de juego que construye sobre el césped a cada partido, puede atemorizar a cualquiera que pretenda archivar dichos momentos: necesitará una biblioteca de dimensiones colosales…

Al Barça solo le ha sobrado una cosa para que su noche europea resultara estruendosa: le ha sobrado Joe Hart, autor de una proeza superior al salvar diez remates (siete a bocajarro, siete 1 contra 1), sin importarle quién le encarase, ya fuera Neymar, Luis Suárez o el mismísimo Messi. Pudiéndole golear, el Barça venció por la mínima porque Hart fabricó anoche la mejor actuación de su vida, agigantándose frente a gigantes. 

El equipo ha alcanzado el estado que deseaba Luis Enrique: ya no es un equipo de juego colectivo, sino de jugadas individuales. Ocurre que esas jugadas son formidables, efervescentes, demoledoras. A medio plazo es posible que se pague alguna factura por esta decisión estratégica del entrenador (y del club), pero como el fútbol no tiene más horizonte que el presente rabioso, nadie se quejará por ello. El Barça ha apostado todo al ‘10’. Toda la fortuna a una apuesta que parece segura, pues hoy en día hay pocas cosas tan garantizadas como Messi, quien ha aceptado el desafío: todo al ‘10’ significa que no hay más camino al éxito que la “diagonal Messi”, esa acción que está siendo imparable. Toma el balón, sus colegas de ataque arrastran rivales y él lanza la comba al costado opuesto. Gol.