Messi salva (de momento) la cabeza de Bartomeu

Messi lo es todo en este Barça. Es el principio y el fin. Es el alma. Es el corazón. Es la magia. Es la esencia. Es el proyecto. Es el Barça. Sus goles son los que sostienen a un club que se encuentra en plena descomposición. Sus goles permiten soñar sueños imposibles. Y dan ánimos a una afición harta de errores y despropósitos. Y hastiada ante la impotencia futbolística de un equipo que, cada vez más, es Messi y 10 más.

Y esos goles sirvieron este sábado para calmar los ánimos de unos socios indignados por el escándalo de las redes sociales. Los goles de Messi silenciaron los pitos y escondieron los pañuelos. Los goles de Messi desviaron la atención del palco al césped. Y dieron una pequeña tregua a Bartomeu, que vive agarrado a esos goles para intentar evitar lo inevitable: su dimisión y el adelanto de las elecciones.

Los goles de Messi son la única esperanza de los culés

Messi, que no había marcado en sus últimos 28 disparos a portería y llevaba cuatro partidos sin lograr un gol, desató sus mejores esencias en el momento oportuno con un poker. Salvó a un equipo que, inmerso en sus dudas, sigue sin jugar a nada. Salvó a Quique Setién, que continua buscando soluciones sin encontrarlas. Y salvó, de momento, a Bartomeu, que se encuentra contra las cuerdas y una derrota en el Camp Nou hubiera sentenciado su mandato.

Los goles de Messi son un bálsamo para el Barça. Aunque, sin duda, no son suficientes para ganar títulos. El propio crack argentino lo sabe: con sus goles al equipo no le da para conquistar la Champions, que es la gran asignatura pendiente y el salvavidas de Bartomeu. Pero esos goles, los goles de Messi, son la única esperanza que les queda a los culés. La única.