Si Messi quiere, el Barça puede

Un minuto después de que el Barça lograra la clasificación para la ‘final a ocho’ de Lisboa empecé a recibir mensajes de culés pesimistas. Casi todos, con el mismo estado de ánimo: “El Bayern nos va a meter cinco”. Muy pocos barcelonistas confían, en este momento, en las posibilidades reales del equipo de Quique Setién. Tienen motivo para ello. Por supuesto.

La imagen ofrecida a lo largo de esta temporada no invita, ni mucho menos, a la euforia. El rendimiento del Barça ha decepcionado tanto como las decisiones de un entrenador que había aterrizado en el Camp Nou como un defensor a ultranza de la religión ‘cruyffista’. El desengaño ha sido mayúsculo. Y el fracaso en la Copa y en la Liga solo hacen que corroborar esa sensación de frustración. Pero existe un factor que puede modificarlo todo. Y ese factor se llama Messi.

Si Messi quiere, el Barça puede. Como pudo comprobarse en la primera parte del partido del sábado contra el Nápoles.El crack argentino sentenció la eliminatoria con una actuación soberbia hasta que Koulibaly le trinchó el tobillo izquierdo. Marcó un golazo estratosférico, le anularon otro injustamente y provocó el penalti que cedió a su amigo Suárez. Afortunadamente, Messi podrá jugar el partido de cuartos de final del viernes. Y eso es una garantía. Absoluta.

Ante la falta de recursos futbolísticos, es lícito encomendarse a Messi. No solo es lícito, sino que también es lo más inteligente. Porque Messi es capaz de ganar partidos con su magia. La magia que necesita el Barça para seguir soñando con una Champions que no gana desde el 2015. El Bayern es superior. Por supuesto. Negarlo sería absurdo. Juegan mejor y físicamente están más fuertes. Pero no tienen a Messi. El futbolista más determinante del planeta.

Los culés deben agarrarse a la ilusión del crack argentino. El es el primero que ansía levantar esa ‘copa tan linda’. Seamos optimistas. Messi se lo merece...