Messi puede hasta con las rotaciones

Messi volvió a marcar las diferencias

Messi volvió a marcar las diferencias / AFP

Joan Mª Batlle

Joan Mª Batlle

Habrá que acostumbrarse a las rotaciones. Incluso a las rotaciones en el quinto partido de Liga. No se trata de una moda, si no de una necesidad por las exigencias del fútbol moderno. Valverde ha tardado un poco más que otros técnicos y las ha hecho de forma más ordenada. Lo de ayer no fue un tsunami de suplentes, a lo Luis Enrique de algunas ocasiones. Fueron cambios con lógica, con sentido y, sobre todo, con buenos suplentes. Está bien que descansen Umtiti o Piqué, ¡no los dos a la vez!, para tener a Mascherano engrasado por si surgen futuras necesidades. Le tocó al francés, perfecto, es el que está mejor... ¡que no se lesione! La baja de Alba ya es más problemática, pues Digne no alcanza a convertirse en el dueño y señor de la banda izquierda. Pero precisamente por lo importante que es Alba hay que protegerle. Los cambios en el centro del campo, si mantienes a Busquets e Iniesta son menos arriesgados. Y si tienes a Paulinho, ayer goleador y asistente y que acabará siendo un gran fichaje, ya lo verán, y a Denis Suárez en un buen momento, todavía vas más sobre seguro. O sea que Valverde sabe lo que hace también en este aspecto.

NADIE COMO MESSI. Con todo, al equipo le costó alcanzar un notable nivel de juego. La primera parte fue mala, se saldó con dos jugadas a balón parado, pero faltó chispa, velocidad y asociación. Se notó mucho la ausencia de Alba, o de un extremo por la izquierda, y el poco juego por las bandas lo ponía Semedo, que está justificando su fichaje y, muy especialmente, el precio de su fichaje. Se notaban las rotaciones, para qué negarlo, hasta que Messi decidió que los barcelonistas que fueron capaces de ir al Camp Nou en martes a las diez de la noche merecían una satisfacción. Entonces ya fue otra cosa, nos olvidamos de las rotaciones. Cuatro goles firmó Messi el día que en teoría el equipo juega a medio gas. Lo suyo es de otro mundo. El no rota nunca y cubre las rotaciones de cuatro o cinco jugadores. No hay otro futbolista como él. Ni lo ha habido ni lo habrá, así de claro.