Abrir puertas, cerrar partidos

Messi jugó un partido histórico en Huesca

Messi jugó un partido histórico en Huesca / AFP

Rubén Uría

Rubén Uría

ENERO CLAVE. De más a menos y de poder golear a pedir la hora. No hay término medio con el Barça, incapaz de encontrar la regularidad que requiere su talento. Más allá de la pequeña sociedad que forman Messi y Pedri – diminuta por estatura y gigante por talento-, el Barça demostró otra vez que le cuesta un mundo cerrar los partidos. Eso sí, esta vez, en casa del colista, al menos, no hizo regalos en defensa y dejó virgen su portería. Un avance raquítico, pero indispensable para seguir creyendo en una Liga que se ha empeñado en ponerse imposible. Enero será clave: recortar puntos y ganar la Supercopa o volver a defraudar y ceder más terreno. Puerta grande o enfermería. Si aprende a cerrar los partidos cuando debe, quizá abra la puerta grande. De lo contrario, Koeman tendrá más tiritas que La Cruz Roja. 

PISTOLERO. Mientras la directiva del Atleti sopesa poner una placa a nombre de Bartomeu en el Paseo de las Leyendas del Metropolitano por su contribución a la causa atlética, Luis Alberto Suárez el ‘pistolero’, sigue vacunando porterías. Lleva 9 dianas en 12 partidos y en sus últimos cuatro choques lleva cuatro tantos y le ha dado a su equipo seis puntos. Su gol agónico en Vitoria lo gritaron los rojiblancos como un título. Normal, fue uno de esos goles que dan campeonatos. El tiempo es ese juez insobornable que da y quita razones: A Luisito se le está poniendo cara de Villa. 

INSATISFECHOS. De haber tenido banda sonora, la canción del derbi sevillano habría sido obra de sus satánicas majestades, los Rolling Stones: “I can’t get no satisfaction”. El punto obtenido, lejos de ayudar a ambos, supo a poco en ambos bandos. Al Betis, más intenso y entusiasta que en lo que en él es habitual, le bastó Canales, pero le falló la puntería. Y al Sevilla, menos agresivo y enérgico que siempre, no le bastó Ocampos y le faltó ambición. El Betis jugó como nunca y el Sevilla puntuó como siempre. Un punto para cada uno. Conclusión: “I can’t get no satisfaction”.