Messi marca la línea a Bartomeu: sí a Valverde, no a Griezmann

Todo está congelado a la espera de lo que pase hoy en Sevilla

Valverde, durante la rueda de prensa

Valverde, durante la rueda de prensa / EFE.

J.Mª Casanovas

J.Mª Casanovas

La rueda de prensa de los capitanes llegó tarde. No es normal que ayer, la víspera de la final de la Copa del Rey, 17 días después del fracaso de Liverpool, se hablara más de las consecuencias de la eliminación de la Champions y de la continuidad de Valverde que del partido de esta noche en Sevilla.

Messi asumió todo el protagonismo, habló claro y reconoció la culpa de los jugadores al decir que “en la segunda parte no competimos”. Llegó a pedir perdón por el segundo fracaso consecutivo en Europa confesando que se estaba reponiendo del shock. El gran capitán defendió a Valverde hasta el punto de decir que “me gustaría que continuara”.  Muy en la línea marcada al presidente Bartomeu que ha ratificado al técnico dos veces en una semana. El deseo de salvar a Valverde debe pasar por ganar la Copa.

La final de hoy se afronta con un equipo que todavía está tocado. Coutinho, si juega, lo hará con pie y medio fuera del club. Luis Suarez decidió operarse de la rodilla cuando mas le interesó. Prevaleció su interés por estar en la Copa América por encima de disputar la final de Copa.

Si hubiese podido jugar la final de Champions, todavía no se hubiese operado. Ter Stegen sufre una lesión misteriosa que dará la titularidad a Cillessen, que negocia su marcha al Benfica. Viajan el mismo día de la final a Sevilla como si fuera un partido más de Liga. Cierto que en anteriores finales hicieron lo mismo, pero el golpe moral sufrido en Anfield aconsejaba una concentración especial. Esta Copa no llega en el mejor momento y prueba de ello es que el Barça tuvo que devolver entradas a la Federación, la afición culé estará en inferioridad en el Benito Villamarín con relación a los valencianos que llegan eufóricos y con ganas de levantar un título que para ellos tiene tanto valor como la Champions para el Barça.

En el Barça todo está congelado a la espera de lo que suceda en Sevilla. La lista de bajas será mas numerosa de lo que piensan algunos jugadores. Sin llegar a la revolución, se quiere dar un meneo a la plantilla, rejuvenecer la media de edad e incorporar jugadores con hambre de títulos. Rakitic, UmtitiCoutinho, CillessenRafinhaAndré Gomes y, por supuesto Boateng y Murillo, están en la lista de los descartes. Todo ello con el objetivo de bajar la masa salarial que está cerca del 80% del presupuesto, un nivel inasumible si se quiere reducir la deuda.

Con relación al sustituto de Coutinho, el jugador que asegure gol a la delantera al tiempo que sea una alternativa para Luis Suárez, había dos opciones. El Plan A era Griezmann hasta hace un mes, pero esta opción se desmorona a la vista de que el vestuario, encabezado por Messi, que ayer se negó a opinar sobre el jugador francés cuando hace un año le regaló elogios, le ha puesto la cruz. El Plan B es el candidato de Valverde, el valencianista Rodrigo, un atacante rápido, con gol y que se mueve bien en varias demarcaciones. El problema es que Mateo Alemany, el director general del Valencia, no será un negociador fácil y dicen que pedirá 100 millones.