MI VERDAD

Si Messi y Luis Enrique se entienden, hay mucho ganado

Messi y Munir celebran un gol en el Camp Nou

Messi y Munir celebran un gol en el Camp Nou / sport

Josep Maria Casanovas

UN MOMENTO MUY DULCE. Tranquilidad y confianza. Dos palabras que reflejan el momento que vive el Barça. Cuando los resultados vienen de cara y el marcador es positivo, reina la calma en el Camp Nou. Ni las disputas en los juzgados consiguen ser noticia. Aquí la clave de todo se llama Messi. Si Messi juega bien, el equipo se enchufa y el Barça es imparable. El argentino es la piedra filosofal de la estructura deportiva, el jugador que soluciona los problemas en el campo, el crack que reparte juego como si fuera un director de orquesta. Nada que ver con su rendimiento la pasada temporada, cuando caminaba con la cabeza baja, cuando parecía estar ausente, cuando su baja condición física le provocaba repetidas lesiones musculares. Y si Messi está como está y juega como juega, el mérito hay que atribuirlo a Luis Enrique, que le ha dado libertad total en la cancha y comprensión/ayuda en el vestuario. Es curioso, Leo no sintonizó con su compatriota Martino y en cambio Luis Enrique lo ha resucitado. Si la pareja se entiende, hay mucho ganado. Si alguien pudo pensar que tendría problemas con Neymar, se ha equivocado. El brasileño le adora y le respeta. Los que pusieron en duda el fichaje de Luis Suárez bajo el pretexto de que tres gallos en el mismo gallinero podía crear un conflicto de intereses, también han errado. Leo ha recibido con los brazos abiertos al uruguayo. 

SABE EL TERRENO QUE PISA. Luis Enrique está sorprendiendo por su mano izquierda, por la generosidad en las declaraciones, por su forma de conducir el vestuario. Su única obsesión es mejorar cada día. En ello se aplica con intensidad. Es el líder pero no va de sabio. Es un tipo directo que siempre va de cara. Tiene sus ideas y no duda en llevarlas a la práctica. Quiere dar juego a todos los porteros aunque vaya contra el criterio mayoritario de que mejor dar toda la confianza al titular. Es capaz de sentar en el banquillo a Xavi y Piqué sin que se enfaden. Dice verdades como puños cuando asegura que ahora no se gana nada y que el objetivo es llegar al mes de abril con opciones de ganarlo todo. La dirección de la Roma y el paso por el Celta le han servido para ganar experiencia y confianza. El entrenador del Barça sabe el terreno que pisa y ha preparado el partido de esta noche en Málaga como si jugaran contra el Real Madrid.