La desfachatez del PSG no tiene límites

Leonardo de Araújo

Leonardo de Araújo

L. Miguelsanz

L. Miguelsanz

Hay nervios en París por la Champions. En el PSG hubiesen preferido cualquier rival antes que el Barça para los octavos de final sabedores que puede ser el equipo que más problemas les cause en esta ronda de la competición. Porque a pesar del momento irregular de los blaugrana, Messi sigue pesando mucho y con él en el campo puede pasar cualquier cosa. Ese miedo por quedarse fuera de su gran objetivo mucho antes de tiempo y ante un club con el que las relaciones están prácticamente rotas, hizo que desde Qatar se tomaran medidas deportivas. Se decidió echar a Tuchel y fichar a Pochettino porque el equipo, a pesar de las inversiones multimillonarias, no funciona y la ronda de octavos se echaba encima.

Pero desde París, ahora, ya están utilizando técnicas extradeportivas para intentar desestabilizar al rival y solo así se entienden las incendiarias declaraciones de su director deportivo, Leonardo, sobre Messi. Que a estas alturas de temporada admita públicamente que están interesados en su fichaje es lanzar un dardo envenenado al Barça. Porque Messi, a pesar de que pueda negociar ya libremente con cualquier club, dejó muy claro que esperaría a finales de temporada para deshojar la margarita de su futuro. Hablar oficialmente de jugadores de otros equipos, y hacerlo abiertamente es un detalle extraño en el fútbol profesional.

Es cierto que el Barça ha querido fichar a innumerables jugadores del PSG como Marquinhos, Thiago Silva, Verratti o Neymar, pero los parisinos siempre han respondido con acciones contundentes como el pago de la cláusula del crack brasileño. Desde entonces, el acoso y derribo es constante y la desfachatez de los franceses, apoyados por la comodidad de sus petrodólares, parece no tener límites. Van a seguir atosigando a medida que se acerque la eliminatoria de octavos. E irán a hacer daño, pero eso también es un síntoma de debilidad deportiva. No las tienen todas consigo pese a que, hoy por hoy, son favoritos.