Messi-Iniesta: el mayor espectáculo del mundo

Sevilla 0 - FC Barcelona 5 Final Copa del Rey

Mejores jugadas del partido de la final de la Copa del Rey 2018 entre el FC Barcelona y el Sevilla / sport

Joan Mª Batlle

Joan Mª Batlle

Como si quisiera reencontrarse con su más pura esencia de juego, el Barça ganó la Copa a lo grande, con la máxima brillantez posible. Fue el regreso del mejor espectáculo del mundo, ese fútbol único e intransferible que solo puede brotar de las botas y los cerebros de unos cuantos privilegiados y a partir de un estilo de juego que ningún otro equipo puede ejecutar. Los privilegiados son, básicamente, Messi, Iniesta y Suárez.

El mejor futbolista del mundo, el mejor centrocampista capaz de aglutinar todas las bondades del sistema y el mejor rematador. Ayer se juntaron los tres y apoyados en compañeros de inmensa calidad bordaron el fútbol como en los mejores tiempos del tiqui-taca. Ya desde el primer minuto el Barça salió con la actitud y la intensidad necesarias para imponer su autoridad. Con presión y gran velocidad en la circulación del balón. Con estas cuatro premisas, el Barça es invencible porque el talento de los futbolistas fluye de forma natural y casi siempre hasta el infinito. 

UNA GOZADA. Recreémonos en los goles. El primero, fruto de la concentración y el trabajo con el pase de Cillessen que pasará a la historia de las finales de Copa. El segundo, una combinación maravillosa del triángulo Messi-Iniesta-Alba, con taconazo final del lateral para que Messi acabara lo que había empezado. El tercero, una asistencia mágica de Messi para Suárez. El cuarto, la gran obra de arte entre Messi e Iniesta que este finalizó con una maniobra de calidad suprema. Un gol que llegó al corazón de todos los barcelonistas, el que encumbra a Iniesta a la categoría de dios, que le hace todavía más leyenda de lo que ya era. Los gritos de ¡Iniesta, Iniesta, Iniesta! y los aplausos que le dedicaron las dos aficiones son los más emotivos y sinceros que uno recuerda. ¡Ah!, nos queda el quinto gol. De penalti, sí, pero con un taconcito de Suárez en la jugada previa que también era para enmarcar. Ya lo ven, esa final de Copa que tan poca expectación despertaba, ha sido una gozada.