A Messi no le gusta como juega el Barça

Messi se ha puesto en manos de Giuliano Poser

Messi se ha puesto en manos de Giuliano Poser / AFP

J.Mª Casanovas

J.Mª Casanovas

No lo puede disimular. Lo comentó en el propio campo con Luis Suárez tras el pitido final. A Messi no le gusta cómo juega el Barça. Y a la mayoría de aficionados barcelonistas tampoco. La segunda parte contra la Real Sociedad fue una demostración de impotencia evidente. Jugaron andando, sin coraje, sin ambición y sin velocidad. Puede valer la excusa de que se reservaron de cara a la Juventus, pero la verdad es que jugaron con fuego ya que se jugaban la Liga. La cara de Leo al final del partido le delataba: mirada triste, cabeza baja, expresión de resignación. No estaba contento por cómo habían jugado aunque sus goles salvaron el resultado. No es la primera vez que le vemos salir así de un campo de fútbol en los últimos tiempos. Él mejor que nadie sabe de lo que es capaz este equipo que ahora rinde por debajo de sus expectativas. Se ha perdido la magia, la inspiración y, sobre todo, la seguridad defensiva.

Ayer el equipo volvió al 4-3-3 ensayando el planteamiento que parece más aconsejable para el miércoles. Luis Enrique puede volver a decir que “yo no me equivoqué en nada” pero es evidente que los jugadores van por un lado y el técnico por otro. Se ha roto la confianza, falta comunicación y esto es consecuencia de que la temporada se le hace muy larga al entrenador asturiano. Se sacó un peso de encima anunciando que no continuaría, pero ha perdido poder y mando en el vestuario. Sus órdenes desde la banda no conducen a nada y las rotaciones no mejoran el original. Que la Real tenga más posesión de balón que el Barça en la segunda parte es un dato relevante. Que Íñigo Martínez, con una actuación estelar, pusiera en evidencia a un despistado Piqué también da que pensar. Si el Barça quiere fichar un central no hace falta que maree la perdiz con diez nombres, mejor que apunte directamente a Anoeta.