Messi está entre la espada y la pared

Messi pide una salida acordada del Barça

Messi pide una salida acordada del Barça / EFE

Lluís Mascaró

Messi se encuentra en un callejón sin salida: o se va del Barça ‘por las bravas’ con el consiguiente peligro de una demanda o da marcha atrás y regresa a los entrenamientos. La negativa de Bartomeu a negociar un traspaso o facilitarle la salida, ha dejado a Messi entre la espada y la pared. Su decisión de abandonar el Camp Nou, al principio irrevocable, ha chocado con la realidad: una huida sin acuerdo judicializaría la situación y podría acabar con una demanda multimillonaria.

Messi no está dispuesto a asumir semejante riesgo. Tampoco ningún club de los que pretendían ficharle: sole le incorporarían con la carta de libertad (como ya le anunció el Manchester City). Y no la tiene. Por lo tanto, Messi apuesta por la prudencia. Y medita seriamente quedarse en el Barça hasta el 30 de junio, sabiendo que a partir del 1 de enero puede negociar su futuro con cualquier equipo.

Messi y sus asesores han cometido un error de cálculo: estaban convencidos de que Bartomeu no aguantaría la presión y acabaría cediendo a una salida pactada. Pero el presidente, al que le quedan solo seis meses en el cargo, tenía muy claro que no pasaría a la historia por haber vendido a Messi. Se ha mostrado inflexible y eso ha dejado descolocados a los Messi y a sus abogados. Bartomeu, posiblemente, ha ganado su batalla más importante cuando está más fuera que dentro. Curioso.

Si Messi, como parece, da marcha atrás y se queda en el Barça, todos tendremos que intentar olvidar este lamentable episodio lo más rápido posible. Más allá de la imagen del crack argentino, lo que importa es el rendimiento que pueda ofrecer en el año de contrato que le queda. Messi, a pesar del burofax fuera de tiempo, continua siendo el mejor futbolista del mundo. Y de la historia del club blaugrana. Y eso es lo que importa... Al menos a partir de ahora.