Messi deberiá jugar con Catalunya

Messi no se divierte con Argentina

Messi no se divierte con Argentina / AFP

Ivan San Antonio

Ivan San Antonio

Javier Tebas, que es muy listo, fue el primero que intuyó la grandeza de Messi y le prohibió jugar la Liga durante sus primeros meses en el primer equipo del Barça. Solo podía jugar la Champions, convirtiéndose en el predecesor de la figura de Puigdemont: vetado en España, libre en Europa. Luego todo cayó por su propio peso y la burocracia mal entendida no pudo seguir siendo ninguna excusa para evitar que el Barça contara con un argentino asimilado al que, nada más aterrizar en la élite, le enseñaron a palos que, más allá del Barça, nadie se lo pondría fácil.

Pero como el rencor no va con Messi, nada de eso tuvo que ver para elegir jugar con Argentina y no con España, que insistió mucho para que así fuera. Leo no podía elegir a ningún otro equipo que el albiceleste porque, además de haber nacido en Rosario, cuando llegó el momento tenía diecisiete años y solo llevaba viviendo cuatro en España. Messi era (y es) argentino y su selección solo podía ser (y es) la argentina.

Pero han pasado quince años, Leo tiene cumplirá 32 el próximo mes de junio y ya ha pasado más tiempo en Barcelona que en Rosario. Ha llegado el momento de dar un paso adelante y elegir uno de los dos únicos caminos posibles: seguir creyendo en los Reyes Magos o darse cuenta, si no lo ha hecho ya, de que nunca será tan feliz con Argentina de como lo ha sido en el Barça. Si de vez en cuando necesita quitarse el mono de fútbol que provocan los parones internacionales, siempre puede hacer como Gerard Piqué: calzarse las botas y jugar con la selección nacional de Catalunya. Messi, como Cruyff, Stoichkov o Iniesta, tiene las puertas de la cuatribarrada abiertas de par en par.