Messi convierte al Barça en favorito ante el Madrid

Leo Messi, al asalto del templo de Diego Maradona (ES)

Leo Messi, al asalto del templo de Diego Maradona

César L. Menotti

César L. Menotti

Cuando se juega un clásico no cuentan demasiado los antecedentes inmediatos.  Pero podríamos analizar que el Barça, a diferencia del Real Madrid, tiene un equipo con un funcionamiento que medianamente sigue manteniéndolo y con un futbolista de excepción como Lionel Messi. Contra el crack argentino es difícil  sostener cualquier esquema, incluso para el equipo “merengue”. Tiene un plus el equipo culé  por lo hecho en el últimos partidos. Además  se han producido demostraciones  individuales del  “Diez”  rompiendo todas las fórmulas. Si Setién acierta en el armado del equipo y Messi está para dar el salto distintiv, el partido estará resuelto a favor de los blaugranas.

De antemano, uno piensa que será un partido abierto porque los dos entrenadores son valientes, y eso es lo que puede hacer que sea más atractivo.  Eso le puede dar un rito de clásico y para los que no son hinchas puede ser un buen partido. 

Pero cada clásico tiene sus misterios. El estado de ánimo, la planificación previa, la propuesta táctica, la puesta en práctica de los jugadores a la toma de decisiones durante el partido, más los errores y la suerte todo hace de esta clase de partidos muy difíciles de pronosticar. 

Creo que el Barça es el gran favorito, por el plus que representa tener a Messi y porque la solidez de la idea y el funcionamiento colectivo se sostiene aún con tres cuatro jugadores que fortifican el estilo. El Madrid no tiene demasiado estilo, pero tiene grandes individualidades. Y este partido cuenta mucho para los puntos. Quien gane tendrá el camino más aliviado para el título. Y el ganador se pondría a cuatro puntos de ventaja sobre su competidor directo. Tienen la urgencia de jugar para ganar, a ninguno los conforma un empate. El equipo culé aún cuando atravesó malos momentos tiene una forma de jugar muy arraigada que aparece incluso no jugando bien. Setién no ha encontrado los titulares, pero siempre hay señales de quienes sostienen la idea de juego, inquebrantables en la intención. 

La ausencia de Hazard no parece una gran problemática, ya que el belga a mi criterio no le aporta demasiado al juego colectivo del equipo. Es cierto que tiene su peso individual en la zona de definición, pero el Madrid dependerá mucho más del funcionamiento que pueda plasmar a nivel colectivo que de lo individual, para no depender de la suerte, que existe, pero a la cual hay que ayudar. 

En estos partidos los futbolistas más allá de la búsqueda del resultado sienten la presión por lo que representa el compromiso con su público, son partidos por el honor también y no es lo mismo ganar de cualquier forma o perder intentando no dejar jugar al adversario. Quiero ilusionarme con un buen clásico a la altura de la rica historia de los enfrentamientos entre los dos grandes de España.

A favor del Barça, el Madrid viene jugando con todos los apresuramientos de la ausencia de un funcionamiento colectivo sólido. Gana a veces más ayudado por el azar y los errores del adversario que por méritos propios, y a veces ni eso en Liga. Y este tipo de partidos son los que deben ganar los especialistas como Messi. Cuando el Madrid busca el gol, se desordena y a veces lo encuentran jugadores que ni siquiera deberían estar en zona de definición. La representatividad de la camiseta obliga al equipo de Zidane a ganar estos duelos de cualquier manera. Tiene grandes jugadores, con mucha experiencia,  y el entrenador les ha quitado el peso de la presión, porque el francés como Ancelotti es un generador de paz en su manera de conducir. Es un pacificador, pero que exige que todos sus jugadores estén dispuestos a cumplir sus obligaciones.

Entre los misterios de estos partidos que se juegan en los grandes escenarios aparecen los ángeles de la inspiración, que son aquellos que visitan a quienes lo merecen. Lo vistan más a Messi y eso hace que este partido de ante mano incline la balanza a favor del Barça. Nadie se puede interponer ante la inspiración de los grandes porque son justamente los que rompen todos los esquemas. Y no hay nadie mejor para los ángeles de la inspiración que el ‘Diez’ del Barcelona.