Messi, en constante reinvención

Leo Messi es máximo goleador de la temporada

Leo Messi es máximo goleador de la temporada / EFE

Albert Masnou

Albert Masnou

Solo hay que echar un vistazo a algunos partidos del inicio de su carrera para percibir que Leo Messi no juega  igual que entonces. Por ejemplo, antes carecía de esa pausa que ahora posee ni tenía ese acierto tan alto en las faltas aunque, por contra, tenía más dinamismo en sus acciones, con conducciones más largas. Leo Messi ha ido adaptando su juego a su estado físico, a su edad, a las características de sus compañeros y a los cambio que ha ido percibiendo en sus rivales que, asustados por sus acciones de juventud, toman muchas más precauciones. En esta transformación se percibe la gran inteligencia que posee sobre el terreno de juego.

Hay cosas, sin embargo, que no han cambiado en absoluto: Su facilidad goleadora. Con el paso de los años y de los entrenamientos, Messi se ha ido convertiendo en un especialista desde las faltas al borde del área cuando, siendo bueno, no era su especialidad. Messi dosifica esas carreras de 20 ó 30 metros en las que sorteaba a rivales para acabar solo ante el portero y batirle como quería. Ahora acostumbra a salir de la derecha para ir tirando hacía la izquierda donde, consciente de que le salen cada vez más jugadores al paso, debe combinar para sacárselos de encima y volver a aparecer ya dentro del área. Es una jugada made ‘in Alba’ que a Messi le va como anillo al dedo. Pese a la de veces que la han repetido, los rivales no logran encontrar la fórmula para pararlo.

El futuro A sus 31 años, si le respetan las lesiones, a Messi le quedan muchos años por delante por su capacidad camaleónica. Sería el mejor si jugara en el centro del campo y lo sería también si fuese lateral. Solo siendo portero tendría problemas. Messi seguirá variando su forma de funcionar sobre un terreno de juego porque es un jugador en constante reinvención. Otros no tienen esta habilidad, limitan su juego a lo que hacían siendo juveniles y se encuentran en su madurez sin más recursos que los ya conocidos.