Messi, como el buen vino

Messi llega en gran momento al clásico copero

Messi llega en gran momento al clásico copero / VALENTÍ ENRICH

César L. Menotti

César L. Menotti

Ni Real Madrid ni del Barcelona viven del juego colectivo sino del individual. El Barça no encuentra el formato. Sufre la ausencia de la pausa que le daba el brasileño Arthur y su juego se llena de urgencias.  El fútbol es tiempo, espacio y engaño. Y el equipo culé no maneja los tiempos, apresura los espacios pero vive del engaño del mejor del mundo. No es que juegue mal, sino que no encuentra el formato y tiene una enorme dependencia de Messi que le resuelve todos los problemas. No encuentra las formas y su respuesta son las individualidades.  

Al Madrid le pasa lo mismo. Prioriza el resguardo  defensivo pero le cuesta crear. No está fino pero la Copa es una historia diferente porque estos momentos complejos tanto para unos como para otros queda en un segundo plano. Y más si es un clásico.

Los clásicos se juegan con una pasión diferente. No es lo mismo hacer un gol en campo del Madrid que hacerle a cualquiera. Nosotros jugamos en Zaragoza la final de Copa con el Madrid y me llamó la atención del festejo y la algarabía de los hinchas pero yo tenía la Liga en la cabeza. Yo le gané dos finales al Madrid y se festeja de otra manera este tipo de encuentros. Son especiales para las masas.

Este partido en concreto es como una final y los jugadores lo saben porque se juega en el Bernabéu aunque es diferente a todos los otros clásicos porque no hay condena para ninguno porque dentro de dos días hay otro clásico, hay revancha.  

El partido tiene peso

El clásico de ganarlo ayudaría mucho al Barcelona; si pierde lleva su riesgo,  porque deja de tener opción al triplete, el Madrid se recuperaría bien para la Liga donde podría darle una buena mano al Atlético. Si el Madrid cae en el Bernabéu en la Copa, el equipo de Solari pagará sus consecuencias en el partido siguiente de Liga. Le costará levantarse mientras que el Barça saldrá muy reforzado por poder optar al triplete, por tener la Liga en el bote y por llegar fortalecido en la Champions.

Factor Messi

Queda claro que quien sea más contundente ganará. Y en esto el Barça parte con ventaja por contar con Messi. Es imposible definir a Messi a través de los números. Los analistas me comentaban que de los 22 jugadores contra el Sevilla, Leo fue de los cinco que menos que corrió. Si eres Messi puedes darte el lujo de marcar el tiempo del desarrollo. Me recuerda a Pelé o a Cruyff o Maradona.

Cruyff dejaba la pelota ahí, parecía distraído y, como Messi, te gana en cualquier momento el partido. Y hay un aval de que es el tiempo que lleva allí arriba porque no es lo mismo hacerlo un año que  14. Es muy difícil sostener en un club como el Barcelona de esta manera, durante tanto tiempo.

Cuando parece que su físico merma por la cantidad de partidos, juega tres por semana, lo ves cansado y te gana el partido. O te hace una asistencia sensacional a Suárez porque parece querer irse a jugar con sus hijos a casa. Y esto que el equipo no funciona a la perfección como con Guardiola. Ahora hay un equipo que no anda bien, cuando la pelota llega a sus pies parece que empieza a salir el sol.

Ronaldo fue un grandisimo jugador pero para asumir el reinado tienes que prolongarte en el tiempo como lo hicieron Cruyff, Pelé o Diego. No es que jugasen un año y descansasen otro. Messi está a su nivel. Son jugadores que se recuperan y no necesitan nada. Juega un partido,  se exige físicamente y nos está engañando a todos. Porque desaparece y te liquida. Y por ahí nunca exagera la búsqueda del éxito. A veces por ahí cuando está perdido el equipo le busca,  tiene una estrategia para buscar los lugares que cada día juega mejor. Como Gardel  que cada día canta mejor, o como el buen vino, Messi cada día juega mejor. Hay muy pocos jugadores que soportan la exigencia de la élite tantos años, solo los cuatro reyes.