Messi-Barça, el binomio perfecto

Más allá del estilo futbolístico, que también, Leo y el Barça están hechos el uno para el otro

Messi, ganador del Balón de Oro

Messi, ganador del Balón de Oro / AFP

Joan Mª Batlle

Joan Mª Batlle

Da gusto leer las declaraciones de Messi en el sentido de que en el Barça ha hallado todo lo que necesitaba para ser feliz. "Nunca he sentido la necesidad de irme ya que el Barça es el lugar perfecto para mí, para mi carrera y para mi familia. Así han sido cosas y me siento muy agradecido al club y a la ciudad", son palabras que llegan al corazón de los barcelonistas. Palabras sinceras y archidemostradas en la ya larga carrera de Leo como futbolista, toda ella en el Barcelona. Su caso es de una lealtad infinita al club al que llegó a los trece años, es decir, al lugar en el que se ha formado como persona y como futbolista, tan importante lo uno como lo otro, yo diría que indisociables en la cristalización como mejor jugador de la historia del fútbol. Sin esas lealtad infinita, generosamente alimentada y correspondida por ambas partes, estoy convencido de que ahora mismo nos encontraríamos en una dimensión de Messi distinta a la que conocemos. Y seguramente, inferior. 

UN MILAGRO. No es solamente una cuestión de fútbol. En cualquier orden de la vida, una persona necesita encontrar su hábitat ideal para desarrollarse. Hay que ser feliz para evolucionar en la dirección correcta. Hay que sentirse valorado, apoyado, respetado. Hay que tener confianza en las relaciones para que, ya no solo uno mismo, sino su familia sienta que vale la pena luchar por unos valores comunes. Lo de Messi y el Barça es la historia de un milagro; un milagro aún más grande en un mundo como el del fútbol, corroído por los intereses económicos y las guerras de egos. ¿Cuántos futbolistas se han ido de un club por dinero?, innumerables.

¿Cuántos por relaciones quebradas por egoísmos y conflictos personales?, muchísimos. Maradona, Schuster, Figo, Ronaldo, Cristiano Ronaldo... sin ir más lejos. Messi se ha podido ir una y mil veces del Barça, tentaciones las ha tenido a miles. Pero ha elegido su felicidad. Más allá del estilo futbolístico, que también, el Barça y Messi, Messi y el Barça están hecho el uno para el otro. Son el binomio perfecto.