Messi y el Ajax, dos brillos distintos

¡Pone el segundo Leo Messi! Cantada de De Gea en el doblete del argentino (ES)

¡Pone el segundo Leo Messi! Cantada de De Gea en el doblete del argentino

Jordi Costa

Jordi Costa

Anoche se volvió a demostrar que Messi puede cambiar él solo un partido que había empezado con muy mala pinta. Después de un cuarto de hora de desbarajuste absoluto, sorprendidos por el dibujo y la valentía del United, los dos goles del argentino dieron al Barça la tranquilidad para imponer la superioridad que se le suponía sobre los ‘red devils’. 

Fue el propio Messi quien reconoció que el Barça no se puede permitir empezar como lo hizo ayer si quiere reencontrarse con la orejuda. Yo añadiría que el equipo dejó de sufrir pero no encontró un plan durante toda la primera parte y que, en cambio, sí supo jugar el partido que le convenía, con pausa y asociación, tras el descanso. Por descontado, es mucho más probable ganar la Champions teniendo en tus filas a Messi y Ter Stegen que a Rashford y a De Gea, pero es imperativo que el relato colectivo acompañe.

Y acompañar quiere decir mantener la portería a cero en los dos partidos de una eliminatoria de cuartos, como ya había sucedido en la doble visita de hace un mes al Bernabéu o hace poco contra el Atlético. Implica no cometer despistes que el United no aprovechó pero que, ante otros rivales, podrían costar carísimos. 

Por no centrarlo todo en Messi, cabe celebrar los progresivos pasos adelante que ha ido dando Coutinho en las últimas semanas y que culminó con el golazo de anoche. Aunque muchos ya habíamos abandonado toda esperanza de recuperar al brasileño, puede acabar siendo muy útil, quizás más que Dembélé, en escenarios como el de ayer en que tener el balón conviene más que ser vertical.

Messi al margen, el gran capital del actual Barça es su capacidad camaleónica. No es mejor equipo pero se adapta a distintos registros. Una cualidad que contrasta con el Ajax, sin duda la gran noticia de esta edición de la Champions. El equipo de Ten Haag, verdugo de Real Madrid y Juventus, ha llegado más allá de lo que nadie hubiera imaginado cuando su fútbol empezó a llamar la atención en la fase de grupos, y ahora son un regalo y un peligro a la vez.

Es cierto que los ajacied no tienen ningún futbolista con la capacidad de decidir partidos de Messi, pero sí un conjunto de enorme calidad técnica, descarado tácticamente, con una manera innegociable de entender el juego y, ojo a esto, sin ninguna presión. En cualquier caso, a la alegría porque la contundencia del Barça suena confiable también en Europa se le suma la del éxito de un equipo que se permite ir de romántico por el continente.