El mensaje que La Roja tiene que enviar hoy a sus rivales

Andrés INiesta y Sergio Busquets durante el amistoso España-Túnez jugado en Krasnodar

Andrés INiesta y Sergio Busquets durante el amistoso España-Túnez jugado en Krasnodar / EFE

Ernest Folch

Ernest Folch

España afronta hoy un partido sumamente engañoso que puede decidir mucho más de lo que aparenta. El primer efecto óptico

pernicioso de este partido es que se da al equipo de Fernando Hierro como clasificado cuando en realidad ni eso tiene asegurado, aunque es cierto que para quedar eliminada tendrían que darse combinaciones más que improbables. El segundo engaño es que Marruecos tiene pinta de selección endeble después de perder los dos primeros partidos y llegar a este choque matemáticamente eliminada. Pero lo cierto es que la selección marroquí es doblemente peligrosa precisamente por salir liberada al no jugarse nada y sobre todo porque ha demostrado un buen nivel de juego a pesar de sus malos resultados. El tercer y último engaño de este encuentro es pensar que España se juega solamente una posición en el grupo y los posteriores cruces a partir de octavos.

El Mundial está tan alterado, hay tantas selecciones presuntamente favoritas sufriendo, que parece imposible acertar si es mejor cruzarse, por ejemplo, con Rusia o Uruguay en octavos. Porque lo que de verdad es relevante es que La Roja afiance su juego de una vez, después de sus dos primeros partidos, en los que solo logró trenzar su juego de manera demasiado intermitente. En un Mundial donde muy pocas selecciones han logrado mostrar un fútbol reconocible, España sigue siendo uno de las pocos equipos que tiene un plan y quiere dominar a partir de la pelota. Pero hoy tiene una gran oportunidad para lanzar un mensaje contundente a sus rivales, olvidarse definitivamente del ‘asunto Lopetegui’ y empezar a crecer. Por eso el partido de hoy es tan importante, a pesar de los efectos ópticos, que en el fútbol suelen ser muy peligrosos.

NO SOLO ES GANAR. En un Mundial cargado de emociones, el resultado no es siempre lo más importante. Panamá perdía 6 a 0 contra Inglaterra, pero Baloy logró el 6 a 1 y los jugadores panameños estallaron de alegría y lo celebraron con su afición. Era el primer gol de Panamá en la historia de los Mundiales, un hito que quedará para siempre en la memoria del país. En el otro extremo, Thiago Silva confesó que Neymar le había insultado en el partido contra Costa Rica por tirar el balón fuera cuando vio que un jugador ‘tico’ estaba tumbado en el suelo. La actitud de Neymar no solo le ha costado un aluvión de críticas merecidas sino que ha vuelto a dejar en evidencia que está perdiendo el mundo de vista por culpa de su egolatría. No todo es ganar. Hoy el fútbol honra al modesto Baloy y menosprecia al todopoderoso Neymar.