Mensaje de Messi a los quejicas y manipuladores

Messi celebró su golazo de falta ante la afición

Messi celebró su golazo de falta ante la afición / Javi Ferrandiz

Ernest Folch

Ernest Folch

El arte de negativizar el éxito alcanza en el fútbol cotas inverosímiles e incluso ridículas. En un partido apoteósico, el Barça goleó al Liverpool, tiene por primera vez un pie y medio en la final de la Champions, está más cerca que nunca de otro triplete, y el club ha conseguido, desde el técnico hasta los jugadores, corregir los errores que llevaron a la famosa debacle de Roma hace solo un año.

Cierto, el Barça perdió la pelota durante muchos minutos y fue dominado por el Liverpool, y hay dudas sobre el rendimiento de más de un jugador, como es inevitable en una plantilla tan amplia y compleja. En Barcelona, la crítica es constante y necesaria y es una de las señas de identidad que al Barça le han permitido llegar sin duda a la excelencia, pero hay días, en medio de la euforia justificada, en que corre el peligro de convertirse en una parodia del quejica infeliz. 

Las palabras de Messi al final del partido eran un mensaje a los que no saben disfrutar de la victoria y una reivindicación del positivismo y la unidad en momentos clave como el que vivimos ahora. Messi sabe perfectamente que el Barça es un club con una cultura particular, donde la crítica se ejerce regularmente y sin problemas, pero sus palabras del miércoles sugieren que hay momentos concretos en los que debería imperar la generosidad y la amplitud de miras.

La fiscalización es sana y necesaria, y hay quien tiene todavía problemas para entenderlo, pero hay días en las que suena a una letanía rutinaria de quien no es capaz de salir de su propia burbuja. En Madrid, hay quien ayer intentaba desprestigiar la victoria del Barça y se inventaba una pretendida agresión de Messi, sacada en fórceps de las redes sociales. Porque hay quien intenta tapar a la desesperada la calamitosa temporada del Real Madrid con bulos prefabricados. Esto ya nos son quejicas, esto ya son directamente manipuladores. A estos Messi les responde directamente en el campo.