El menosprecio de Florentino a Sergio Ramos

Florentino Pérez: "Hoy no es un día fácil"

Florentino Pérez: "Hoy no es un día fácil" /

Lluís Mascaró

Lluís Mascaró

Nos quejamos siempre (y con razón) del mal trato que ha ofrecido históricamente el Barça a sus leyendas. Pocos futbolistas míticos han logrado abandonar el club por la puerta grande. Xavi e Iniesta puede que sean los únicos ejemplos de despedidas modélicas. Pero lo que ha hecho el Madrid con Sergio Ramos supera todos los agravios blaugranas. Durante meses, el central y Florentino Pérez han estado negociando la renovación de su contrato en un ambiente tremendamente enrarecido. El club le ofrecía una temporada más y Ramos exigía dos. El defensa tanteó otras salidas, pero se dio de bruces contra la realidad del mercado. Al final decidió aceptar la propuesta a la baja del Madrid… ¡y fue entonces cuando Florentino le dijo que ya había caducado!. El presidente blanco trató a Ramos como si fuera un advenedizo, sin tener en cuenta todo lo que ha dado el central al club blanco. Sus goles en el minuto ‘noventa y tantos’ forman parte de la historia madridista. Es el mejor central que ha jugado jamás en el Bernabéu. Su trayectoria futbolística es impresionante. Y la respuesta de Florentino es el menosprecio. Un desdén que quedó patente en el frío acto de despedida oficial que ambos compartieron ayer. Patético. Por suerte, Sergio Ramos se desquitó en la rueda de prensa posterior que hizo en solitario. El jugador retrató con sus palabras el tipo de personaje que es el presidente del Madrid…

Lo que no acierto a entender es cómo los socios blancos todavía le siguen votando (bueno, de hecho lleva 12 años en el cargo sin tener que pasar por las urnas al no haber más candidatos). Y menos aún cómo los medios de comunicación de la capital le siguen tratando como un ‘ser superior’. Ni una crítica. Ni un reproche. Nada. Debe ser el poder del dinero. El poder del poder. Algo absolutamente impensable en el Barça, donde los presidentes son escrutados intensamente, constantemente, por todos: socios, aficionados, entorno, periodistas, oposición… Pero es que el Barça no es el Madrid. Afortunadamente…