Mejores números que sensaciones

Slavia-Barça

Slavia-Barça / AFP

Lluís Mascaró

Lluís Mascaró

El Barça ha disputado ya 12 partidos esta temporada. El balance, solo analizando las frías estadísticas, es relativamente positivo: 8 victorias, 2 empates y 2 derrotas. Los números, además, vienen avalados por un doble liderato en LaLiga (ahora, circunstancialmente, manda el Granada porque los blaugranas tienen pendientes de disputar el ‘clásico’, suspendido de forma absurda) y en la Champions.

Como diría aquel, no estamos tan mal... Pero las sensaciones que transmite el equipo no tienen nada que ver con su situación en las respectivas clasificaciones. El tercer proyecto (¿y último?) de Valverde sigue lastrado por un problema futbolístico: la falta de identidad. No es nada nuevo, por supuesto.

Pero después del desastroso final de la temporada pasada (con el durísimo KO en Anfield y la no menos dura derrota ante el Valencia en la final de Copa), el barcelonismo esperaba una reacción en forma de revolución. 

Valverde cambia cosas

Valverde ha asumido que debe cambiar cosas. Y lo está haciendo. A su ritmo, claro. Ha roto jerarquías en el centro del campo: Busquets ya no es intocable, Rakitic ha pasado a ser anónimo y De Jong (junto con Arthur) se erige en el nuevo líder. 

Ha sido valiente apostando por Ansu Fati o Carles Pérez, pero solo cuando alguno de los tres componentes del tridente estaba lesionado/sancionado.

Y ha modificado el sistema, en ciertos momentos, para que el equipo se sintiera más seguro. Aún así, falta mucho camino por recorrer. El Barça debe reencontrarse a sí mismo. Debe recuperar su identidad. Lo bueno es que, mientras no lo hace, va ganando partidos.